30 de diciembre de 2014

Lo mejor de 2014





Soy de esas personas a las que les encanta la Navidad. Soy feliz planeando cómo decorar la casa e invierto semanas convirtiéndola mentalmente en una especie de jardín encantado en el que predomina la purpurina y una extraña sensación de felicidad absoluta me recorre el cuerpo cada vez que digo “¡Feliz Navidad!” o “¡Feliz año!”. Si fuera por mí estos días me comunicaría pronunciando únicamente esas dos frases. Pero lo mejor de la Navidad no son ninguna de esas cosas. Hay un placer supremo que está muy por encima de los polvorones o los kilos de confeti que llenarán las calles el miércoles: Leer las listas con lo mejor del año y al acabar acomodarse en el sofá y decir en voz alta “no tiene ni puta idea”. No soy nadie para privaros de ese placer, así que aquí tenéis lo mejor de 2014 para mí





1. Computadora – Naturaleza utópica


Todos sabíamos que iba a pasar esto. Quizás algunos de los discos de los siguientes puestos tienen alguna canción más popfástica, pero se han marcado el disco más redondo que he escuchado este año. Ya dije que no entendía que no llenasenestadios y que “Naturalera utópica” posee la magia de que a cada escucha tienes otra canción favorita. Todas ellas son hits en potencia.



2. Tremenda Trementina – Sangre pop

La primera vez que escuché “Sangre pop”, la canción, mis ojos se pusieron en blanco, entré en trance y tuve una especie de flashforward en el que vi un futuro mejor en el que vivíamos en un mundo maravilloso donde esta canción era el himo nacional de todos los países. Creo recordar que cuando publicaron el disco y lo escuché la sobreexcitación me hizo empezar a echar espuma por la boca. “Gorilas”, “Volver a caer” y “Sirenas” son joyas atemporales que serán recordadas eternamente como clásicos de la música pop y que seguramente tengan el récord de canciones que más veces he escuchado en bucle. Aunque, todo sea dicho, la segunda mitad del disco decae. Si hubiesen lanzado un EP con los primeros cinco cortes de “Sangre pop” sería la mejor referencia publicada en lo que llevamos de década.



3. Single – Rea

Con lo que me gusta a mí etiquetar el pop, con ellos es una misión suicida. Por eso en su momento decidí extrapolar a su música un concepto tan odioso como “cine de autor” y, sí, creo firmemente que ellos hacen pop de autor, es la única forma que se me ocurre para describirles. “Rea” es un escándalo de lo bueno que es y aún no me creo que alguien haya sido capaz de hacer una canción tan extrañamente maravillosa e increíble como “Me enamoré”. El mundo debería rendirse a sus pies sin dudarlo un segundo y poner una estatua en su honor en mitad de El Retiro. “Rea”, “La moto” o “Globo de helio” brillan por encima de las demás pero he de confesar que mantengo mi teoría de que todos sus discos tienen una, sólo una, canción infumable. Pero eso no desmerece el conjunto y toda nación que se precie debería contar con un grupo como Single.



4. Sagrado Corazón de Jesús – Opera omnia

Ya lo dije en su momento y lo reafirmo: Este hombre va a salvar el pop de formas que aún ni sabemos. Si este es un disco de maquetas no puedo ni imaginarme cómo será la referencia que publique este 2015 con Elefant Records, sobre todo después de escuchar “Danzad, danzad malditos”, la canción que ha incluído Discos de Kirlian en su recopilatorio “De un tiempo a esta parte”. Es un escándalo de canción.



5. Bigott – Pavement Tree

Quizás me esté dejando llevar por la emoción de las primeras escuchas, pero es que sigo sorprendido con el disco que se ha marcado Bigott. Son 14 canciones increíbles que funcionan igual de bien por separado y como conjunto. Creo firmemente que es su disco más perfecto y deberían crear una nueva categoría en algunos premios internacionales para premiarle porque la portada de “Pavement tree” refleja tan bien lo que nos encontramos en el disco que parece que a cada canción piensas en los miembros de la familia. Es algo casi conceptual que todos los cortes hacen que te venga a la mente ese montaje familiar y al avanzar la escucha del álbum vas ideando la historia de esa familia como si de una telenovela se tratase. Escuchadlo y lo entenderéis.



6. La Bien Querida – Premeditación

A estas altura todos sabemos que su “Premeditación, Nocturnidad y alevosía” va a estar en todas las listas del 2015. Si hubiese lanzado “Nocturnidad” este año seguramente el EP estaría más arriba aunque solo sea por “Ojalá estuvieras muerto” que definitivamente se disputa con “Mil veces” el puesto a mejor canción de labienque. Pero centrémonos en “Premeditación”. Sin saber aún cómo será el disco al completo, este EP explota todas las virtudes de su discografía y perfecciona la simbiosis entre su sonido melódico y la electrónica. Solo con “Alta tensión” ya se inicia una relación inmortal con “Premeditación”.




Para mí el resto de discos de la lista podrían ocupar el puesto 7 y según escucho uno y otro pienso que ese es el disco que tiene que estar en ese puesto. Así que me niego a clasificarlos y arrepentirme dentro de una hora cuando esté escuchando el que estuviese en el puesto 9.

Linda Guilala – Xeristar

Ocre - Torpe

Lily Allen – Sheezus

Future Islands – Singles

Templeton – Rosi

Dotore – Variaciones

Capitán Sunrise – Instrucciones para silbar bajo el agua

Los lagos de Hinault – Flores de Europa

Lavandera – Lavandera

Los Ganglios – Lubricante

Supernumerario – Supernumerario

Neleonard – Agosto

Elsa de Alfonso y Los Prestigio – Desencuentros


De todos estos, algunos discos han sido una pequeña decepción teniendo en cuenta lo que me esperaba de ese grupo pero igualmente son una preciosidad, otros son fruto del fenómeno fan en el sentido más básico de la palabra y otros solo han necesitado una canción para estar en la lista (como es el caso de Elsa de Alfonso y Los Prestigio gracias a "Gardenias"). Bueno, seguramente mi sueño de ser uno de los Prestigio ha ayudado también.

Dicho esto, quisiera aprovechar estas fechas tan señaladas y esta última entrada del año para desearos a todos....¡Feliz año! (Confirmado, esa sensación de felicidad navideña también está presente cuando escribo estas felicitaciones/cliché).


19 de diciembre de 2014

Conversación con Computadora



¿Recordáis que hace tiempo os dije que no entendía que Computadora no llene estadios? En su momento esto ya me parecía más propio de la ciencia ficción barata que de la vida real pero después de verles presentando “Naturaleza utópica” y entrevistarles la cosa es más seria. Todo lo que puedo decir es que un mundo en el que no llenen estadios es un mundo sin emociones, sin futuro. Sólo pensarlo me hace perder la fe en todo lo que me rodea y vagar desconsolado por las calles preguntándome cuál es el sentido de la vida. Porque os voy a decir algo y os puedo asegurar que hay muy pocas cosas en esta vida que tenga tan claro: Computadora ya son unas estrellas. Un concierto suyo es mejor que hacer la cucharita un domingo lluvioso de invierno y al escuchar su música segregas tantas endorfinas que tu piel rejuvenece diez años de golpe y te queda un cutis perfecto (de hecho se rumorea que Julia Roberts y Tina Fey abandonaron el botox hace tiempo y ahora son adictas al “Tratamiento Computadora”).

Después de lanzar “Conversaciones con el futuro” en 2011 y “Megalópolis” en 2012, yo en la intimidad prefiero llamarlos “Joya atemporal I” y “Joya atemporal II”, en octubre publicaron con el sello Nueva Monarquía su primer LP “Naturaleza utópica” y aviso ya que es el mejor disco del año, eso es lo único que tuve claro al empezar a confeccionar las listas con lo mejor de 2014, eso y que ya estaba tardando en otorgarles el Sello de calidad Popfástico. Esto queridos lectores es el indicador de que no podéis posponer convertirles en uno de vuestros grupos de cabecera. Puedo aseguraros que si lo aplazáis algún día os arrepentiréis de todo el tiempo que Computadora no ha formado parte de vuestra vida. “Naturaleza utópica” es la señal que estabais esperando para dar el paso.

Por suerte los medios musicales han sido bastante justos con las críticas. “En cuanto a medios fenomenal porque aún no hemos escuchado ni una sola review mala. Yo las catalogaría por norma general de buenas hacia arriba”. En cambio la valoración global que hacen sobre la acogida del disco no es tan positiva. “Creo que floja. Está funcionando bien para lo que hacemos nosotros en plan productivo. No tenemos una agencia de management y lo hacemos todo a nivel personal porque el sello se ha encargado de la producción y la edición pero no del management, que corre a cargo de lo que podemos hacer nosotros, los contactos que tenemos en medios pero poco más. Para lo que hemos hecho no está mal, pero podría estar mejor”.

Me cuesta entender que los medios no hablen de ellos todos los días. En momentos como este no puedo evitar preguntarme por qué algunas bandas sí reciben el respaldo de publico y medios y ellos no. Fer se ha incorporado a Computadora como batería hace unos meses y él tampoco lo entiende. “Yo les estoy bombardeando (al resto del grupo) todo el rato con energía positiva. A mí Albert me pasó el disco sin mezclar y me quedé paralizado porque había escuchado “Megalópolis” y escuché el disco y dije 'esto es un pepinal extremo'. Con todo el respeto a todas las bandas que hay en España, yo creo que hay grupos que si están ahí en festivales también podemos estar nosotros”. Pero para eso resulta que es imprescindible la figura del mánager. “Es la piedra filosofal. Sin eso no hacemos nada; nadie hace nada. Es cuestión de tener un mánager al que los grandes festivales o salas de conciertos llama para pedirles bandas. Y a esa gente no la pagas, esa gente se interesa por ti”.

He de hacer un pequeño inciso para hacer un llamamiento a todas las cadenas de televisión para que Fer tenga su propio reality show o magazine de invitados. La gente necesita disfrutar de su personalidad arrolladora y exijo que se hagan populares entre la población expresiones tan increíbles como 'pepinal extremo' que son perfectas para cualquier conversación: “De cero a pepinal extremo, ¿cuánto te ha gustado el nuevo single de La Bien Querida?”


Algún día será también una estrella de la televisión, mientras tanto Fer es el sustituto de la caja de ritmos. “Albert tenía que estar cantando, tocando la guitarra y pendiente de darle al play y se agobiaba mucho. Por eso a lo largo de estos años hemos probado a bastantes baterías pero nadie mejor a la hora de incorporarse a un grupo que una persona conocida que ya sabes cómo es y nosotros somos colegas de toda la vida. A nivel musical ahora con la batería hemos dado un salto bastante grande en cuanto a intensidad porque la caja de ritmos era muy lineal”.

El gran salto ha sido la grabación de “Naturaleza utópica”. Es un disco con vida propia. Una vez lo empiezas a escuchar te abandonas a él, quedas atrapado en el universo que han creado. Un universo dominado por el desaliento y quizás también por una especie de rabia revolucionaria fomentada por unos ritmos más acelerados y potentes. Es un disco que incita al sentimiento de desánimo, sí, pero desánimo con un regusto esperanzador. Mientras en los primeros EP's habían contado con Raúl querido, en esta ocasión ha grabado y mezclado el disco Luca Petricca en los Estudios Reno. “Queríamos romper con todo lo anterior, hacerlo más profesional dando el paso a la grabación en un buen estudio. Básicamente el cambio ha sido intentar exprimir otras ideas, cultivarnos con otro tipo de cosas. Al final también es así como evoluciona tu mente”. A la vista tienen grabar una nueva canción en los Estudios Soun Division. Les han elegido para formar parte del recopilatorio “Presión sonora” de Radio 3. “Es una canción más salvaje y cañera. Se titula 'Las venas', es como una relación tormentosa y tiene una letra más agresiva. Es más rápida, más garajera”.


Sí, Computadora ya son estrellas y es que no me canso de decir que ya tienen la actitud, el talento y los hits. En el concierto de presentación del disco las canciones de “Naturaleza utópica” brillaron por sí mismas sin que los grandes hits de los EP's las eclipsasen aunque hay que reconocer que cuando tocan “Negativo” llegan a un nivel en el que ya están por encima del bien y del mal. Cualquier grupo hubiese matado por componer esa canción y nadie debería morir sin haberla escuchado en directo; es tan emocionante y desgarradora que te quedas en mitad de la sala sin aliento. A estas alturas ya solo falta que vosotros les reconozcáis como estrellas de vuestro corazón. Quiero que sean los protagonistas de vuestras conversaciones, que esperéis con ansia que se publique “Las venas” y tengáis ganas de volver a vuestra adolescencia para forrar las carpetas con sus fotos y que al verles por la calle les persigáis hasta que os firmen un brazo, se hagan una foto con vosotros y llamen a vuestra mejor amiga “para que se crea que os he visto”. Pero por encima de todo esto quiero que les deis una oportunidad. Quiero que escuchéis sus discos y que la próxima vez que toquen en vuestra ciudad no penséis que por el precio de la entrada os podríais tomar unas cervezas sino que por el precio de la entrada puede que descubráis a uno de los grupos de vuestra vida.

12 de diciembre de 2014

Lo siento pero no

Soy consciente de que habitualmente me dejo llevar por la exaltación y la emoción, pero no todo puede ser confeti, purpurina y globos de colores en esta vida. Por eso, esta vez sin ditirambo, vengo a hablaros de dos cosas que últimamente me dan mucha pereza o, para ser más claros, les he cogido manía y me irritan. Esto de que de un día para otro algo pase de encantarnos a molestarnos es algo que a todos nos ha pasado en la vida y es un fenómeno sin explicación lógica, de hecho únicamente hay estudios sobre esta situación basados en relaciones sentimentales (o esa es la conclusión a la que he llegado después de cinco minutos de investigación exhaustiva en Google). En “500 días juntos” (arrodillémonos y alcemos nuestros brazos al cielo para venerar esta obra maestra) lo explicaban perfectamente: Adoras a tu pareja, te encantan esas cosas que la hacen única hasta que un día sin saber por qué empiezas a sentir indiferencia por ella y lo siguiente que sabes es que odias todas esas cosas que hasta ahora la hacían diferente, básicamente porque has empezado a odiar a tu pareja.


                                                          


Basándome en esta teoría tan poco científica, yo he pasado por este mismo proceso pero cambiando a Zooey Deschanel por Ellos. Y me preguntaréis por qué, pero el hecho de que cada vez que salen en un tema de conversación haya una voz interior que diga “Ellos...” como cuando Lily dice “You son of a bitch” está fundamentado básicamente en nada. Es un misterio de la naturaleza la pereza que me dan.

                                                        

Todo comenzó en uno de sus conciertos de la interminable Gira Indi a finales de 2013. Hasta entonces mi recuerdo de los conciertos de esa gira era el de una especie de fiesta, algo sumamente divertido con lo que disfrutabas el doble bailando y cantando “Diferentes” o “Cerca”. Ese día fue todo lo contrario y lo que se veía en el escenario era desidia. Lo divertido de sus conciertos siempre ha sido cantar y bailar sus grandes hits rodeados de decenas de personas, algo que haría en mi casa si no me molestase tener que limpiar al día siguiente. Ese día me pregunté si no hubiese sido esa una opción mejor. Ver a Guille pasarse el concierto mirando al suelo o al cuello de su camisa y que cantase casi una canción entera de espaldas al público hizo que en vez de ganas de bailar me invadiesen las ganas de cruzarme de brazos y mirar con desaprobación. Cuando he comentado esto con otras personas me dicen que precisamente ese es su personaje sobre el escenario pero yo no lo tengo tan claro, me suena que antes hasta parecía que se lo pasaban bien actuando.

Desde entonces nuestra relación ha caído en picado y ya no ha remontado. También es verdad que la portada de su último disco no ha ayudado mucho aunque este es un caso típico de “¿Qué fue antes, el huevo o la gallina?” en versión “¿Qué fue antes, la tirria o la portada fea?”. La primera vez que la vi me entraron ganas de grabarme gritando “¿PERO QUÉ ESTÁIS HACIENDO?” y hacérselo llegar. Lo peor es que por un mero casual vi además que le firmaban los discos a los patrocinadores de su crowdfunding precisamente en la portada. Me parece que es tener muy poco aprecio por el arte del disco. Es algo que a mí me molesta horrores aunque también es verdad que nunca he tenido que decirle a un artista que por favor no me firme en la portada porque ellos son los primeros que no lo hacen.


    ¡¿EN SERIO?!


Mi relación con Ellos no es la única que se resiente últimamente. Algo mucho más irracional y repentino ha sucedido con Subterfuge, que no con los grupos que edita. Pienso en Subterfuge y me viene como un olor a rancio y la idea de algo vestuto. Quizás todo empezó con esa zona de merchandising tan mediocre que pusieron en el DDM (algo que jamás les perdonaré) pero desde luego el culmen ha sido la nota que han publicado de cara a la publicación del “Stereoparty 2015”. Tras leerla lo primero que pensé fue si han explotado tanto al becario que les ha escrito un texto tan pobre y falto de cariño como venganza o si es que directamente pasan de todo porque de otra forma no se entiende el uso exacerbado de clichés, algo nada popfástico. Cosas como “flamante portada”, “sorprendente disco en castellano”, “un elenco espectacular” o “llegan dos mujeres muy interesantes” me dan urticaria y hacen que me plantee quién las ha escrito y cuál era realmente su propósito.

De todas formas, toda relación tiene temporadas y sé que en algún momento me reencontraré con ellos en un estado de profundo amor y admiración, que no estoy hablando de algo tan odioso e irresistiblemente criticable como Mr. Wonderful o Manuela Velasco.




9 de diciembre de 2014

Grupos que no entiendo por qué no llenan estadios II: Sagrado Corazón de Jesús





Que alguien me lo explique porque yo no lo entiendo. Cada vez que pienso en que la Mondo Sonoro todavía no le ha dedicado una portada con desplegable y póster a todo color pierdo un poco la fe en la humanidad y mucho en todos aquellos melómanos que se presentan como poperos en público pero aún no han colgado una pancarta en su balcón que diga “Sagrado Corazón de Jesús al (completar con tu festival favorito) 2015”. Que cuando Felipe es coronado o se acerca el orgullo bien que se cuelgan sábanas con textos reivindicativos, pero en los momentos realmente importantes desaparecemos.

Descubrí a Sagrado Corazón de Jesús al leer una reseña del álbum/compendio de maquetas que ha publicado este año con Discos de Kirlian, “Opera omnia”. Lo curioso es que unos días antes estaba debatiendo abiertamente mi frustración por llevar mucho tiempo sin que apareciese en mi vida un DESCUBRIMIENTO. Sí, en mayúsculas, porque son de esos grupos que al conocerles sientes que vas a ir a todos los conciertos, que a tus hijos les pondrás sus canciones y que quieres contárselo a todo el mundo: “Señor carnicero, ¿a cuánto tiene el kilo de solomillo?, ¿ha escuchado ya a Sagrado Corazón de Jesús?”. Algo así. El tiempo me ha hecho tragarme mis palabras y este ha sido un gran año para los DESCUBRIMIENTOS, pero en ese momento llevaba mucho tiempo sin tener ninguno. Hasta que leí esa reseña y embelesado por todo lo que se decía sobre él escuché “¡Vamos!”.


Nada más empezar a escucharla tuve una epifanía, supe que algún día le pondría sus canciones a mis hijos y me lancé corriendo a mi labor de dar a conocer lo que acababa de descubrir y vivir. Quería provocar el mismo impacto que había sentido yo y, literalmente, tardé media hora en escoger entre “¡Vamos!” y “El mejor guión” para decidir cuál quería recomendar primero. Esa media hora transcurrió tal que así: Escucho “¡Vamos!” y decido que es un temazo absoluto y que es imposible que la eclipse “El mejor guión”, la vuelvo a escuchar por si las moscas y descubro que la acaba eclipsando con su historia sobre cine de serie z y su sarcasmo, se vuelve a repetir el mismo proceso desde el principio, suena de repente “La nueva carne” y creo que realmente esa ha sido la mejor opción desde el principio y vuelta a empezar... Nunca confesaré cuál fue la elegida finalmente porque lo que realmente me importa hoy es celebrar que por fin hay una luz que anuncia el renacer del electropop tras casi una década de inexplicable agonía.
Me parece que demasiado se le ha comparado con otros artistas teniendo en cuenta que, tal y como él reconoce, de momento sólo ha publicado maquetas, pero no puedo evitar saltar de emoción al pensar que Sagrado Corazón de Jesús se hace un Chico y Chica en toda regla. ¿Acaso no echabais de menos que un grupo modifique vuestro vocabulario creando un universo lingüístico paralelo? Eso sí, con ciertas. Mientras ellos dirían “Cara de guisante tú, voz de pito tendrás tú” él es una versión más elaborada y más pop: “Si yo fuera un zombie y pudiera comer tus entrañas calientes las rechazaría”. Por favor, ¿no os entran ganas de usarlo en cualquier evento social para demostrar vuestro desdén? Está claro que esa frase puede sustituir al gesto dramático de tirarle a alguien la copa a la cara o, pensando a lo grande, convertirse en el nuevo “no eres tú, soy yo”. 

Lo que más lamento es no haber cumplido con la promesa que me hice cuando tuve la epifanía: Verle en todos los conciertos que diese. Ya comenté en su momento que Sagrado Corazón de Jesús era mi asignatura pendiente. Tocó en el Ochoymedio y yo tenía boda así que entré en pánico durante cinco minutos hasta que vi que tocaba también en la Moby Dick con los Lagos de Hinault. Una mala coordinación de horarios hizo que llegase justo cuando se despedía por lo que nada más supe que actuaba en el Zaragoza Popfest decidí que era mi oportunidad para resarcirme y esa era mi idea hasta que me vi saliendo por la puerta cuando empezaba a sonar la primera canción de su concierto. Me planteé por un segundo perder el autobús y dejarme llevar por la aventura que supondría ver cómo llegaba a Madrid, pero el sentido de la responsabilidad me hizo desecharla. Después de eso me he empezado a plantear que vivo bajo un hechizo, una condena más bien, que hace imposible que le vea en directo. Desde que sé que actuará el 21 de febrero en la fiesta Elefant de la Siroco no dejo de preguntarme qué sucederá que impida que le vea. Dejo abierta la posibilidad de crear una porra sobre este asunto casi paranormal. Prometo que quien se aventure a pronosticar el contratiempo y lo acierte recibirá un premio, seguramente sea una pieza de arte conceptual que refleje lo vacío de mi existencia sin conciertos de Sagrado Corazón de Jesús (vamos, una foto de un gatito triste).

Espero que a estas alturas tengáis todos una sábana en la mano y un bote de pintura al lado para crear vuestros mensajes reivindicativos, esos que colocaréis en vuestros balcones demostrando a vuestros vecinos que sois gente concienciada luchando por un mundo mejor. Haced saber a la gente que os encanta el rollo crooner que se gasta, que "Santa María Egipcíaca" es una bomba que podría sonar en casa de un madurito interesante o en la de un jovenzuelo y hacer explotar de éxtasis a ambos, que el hecho de que vaya a lanzar un 10" con Elefant el año que viene es una especie de regalo cósmico de navidad y que seguramente se convierta en disco de culto al instante. Decidlo con estas palabras o con otras, podéis incluir palabras mal sonantes si queréis, pero decidlo. No podemos seguir siendo una sociedad que no lleva a Sagrado Corazón de Jesús a llenar estadios.


3 de diciembre de 2014

¿Quién mató a las chapitas?




Hubo un tiempo no hace mucho en que las chapitas formaban parte de nuestra vida. Allá donde ibas siempre había alguien que las llevaba ya fuese tu peluquero, la doctora que te recetaba los lexatines o el camarero que te servía las cervezas (efectivamente, aunque la memoria es selectiva hubo un tiempo en que no bebíamos gintonic). Eran el complemento estrella, las reinas de nuestros oufits. Las llevábamos con orgullo porque si algo tienen las chapitas es que gritan al mundo entero quién eres. Cuidábamos nuestra colección y a la mínima oportunidad la ampliábamos. Fue al comprar nuestra primera chapita de La Casa Azul que empezamos a hablar del pop con propiedad, hasta entonces todo habían sido sandeces.

Y de repente seis, siete u ocho años después me doy cuenta de que todo ha cambiado. Mientras escribo estas líneas me siento como si me hubiesen criogenizado y hubiese despertado en un futuro devastador. Peor que devastador, ¡ un futuro sin chapitas! Ahora lo raro es ver gente que las use. Quizás se pueden ver en algún concierto o puestas con desidia en un bolso, pero ya no es como antes cuando teníamos nuestra chapita favorita, esa que usábamos paras las primeras citas, o la chapita de gala para los acontecimientos importantes. ¿Cómo hemos permitido que esto pasase? Quiero decir, ¿cómo es posible que hayamos permitido que se pusiesen otra vez de moda esos sujetadores holgados llamados crop top y no hemos hecho nada por resucitar las chapitas?

Jamás se nos hubiese ocurrido desechar de nuestra vida los cinturones, las bolsas de lona (eso ya hubiese sido el colmo) o las bufandas. Entonces, ¿por qué si hemos desechado las chapitas? Son de los complementos más democráticos que existen porque pueden llevarlas toda clase de gente sin importar sus gustos musicales o su vestimenta, aunque todos sabemos que quedan mejor en un cárdigan de rayas o un vestido de lunares.

En una situación normal, quienes me leéishabitualmente lo sabéis, ahora mismo propondría iniciar una verdadera revolución iniciando un movimiento social por el retorno instantáneo de las chapitas. Y ganas no me faltan. Pero por mucho que ahora me planteo crear una página de facebook llamada “Movimiento a favor del uso de chapitas” y abrir un blog de moda donde analizar cómo combina la gente sus chapitas usando las fotos que me manden los seguidores, os voy a proponer un ejercicio más sencillo y nostálgico.

Todos seguimos guardando nuestra colección aunque seguramente muchos la tengáis descuidada y esté guardada al fondo de un cajón. Id a buscarla y revisad las chapitas que tenéis. Cogedlas y recordad los conciertos a los que fuisteis con ellas, quién os regaló algunas de ellas, lo felices que os hacían y los tiempos en los que comprábamos chapitas en NaranjasChinas. Os han acompañado en grandes momentos y habéis vivido buenos con ellas, ¿verdad? Pues si después de eso no os entran ganas de salir a la calle con todas ellas puestas a la vez es que ESTÁIS LOCOS.

El fin de este ejercicio es animaros a volver a tenerlas presentes y usarlas en el día a día. Por eso hago un llamamiento para que me mandéis fotos de vuestra colección de chapitas o una imagen vuestra vistiendo vuestras mejores galas y vuestra chapita favorita. Sé que las echáis de menos igual que yo así que ayudadme con esta pequeña revolución. Lectores, volved a llevarlas con orgullo. Grupos del panorama pop, volved a hacer chapitas a modo de merchandising para que podamos comprarlas e incluirlas en nuestras colecciones.

¡Hagamos saber al mundo que no nos olvidamos de ellas y que vamos a hacer que vuelvan a ocupar el lugar privilegiado que nunca debierían haber perdido!


26 de noviembre de 2014

Sello de calidad Popfástico: Zaragoza Popfest



Hoy es día de celebración. Preparad los cañones de confeti, los fuegos artificiales y vuestras mejores galas para festejar el nacimiento del Sello de calidad Popfástico. He creado este distintivo de calidad para indicar que algo es tan pop y tan fantástico que tiene una plaza ganada en el olimpo del poperismo ilustrado. Con suerte algún día tendrá la misma relevancia que las estrellas Michelín y se podrá hacer un programa a lo Top Chef en el que los concursantes en vez de competir por crear el mejor plato se medirán ante las cámaras por ver quién combina mejor las chapitas en su jersey de cuello vuelto. Prometo usar este sello de forma responsable pero tened claro que cuando se lo otorgue a algo/alguien es porque tenéis que incluirlo en vuestra vida de forma inmediata y sin fecha de caducidad.

Y cuando digo que es día de celebración lo es por partida doble porque este sello nace inspirado en la necesidad de decir que hay un nuevo festival de referencia para todos los amantes del Pop way of life. Sí, el primer Sello de calidad Popfástico es para el Zaragoza Popfest (ZGZ Popfest para los amigos).

Me hubiese gustado organizar una recogida de firmas solicitando al Congreso que se considere el día de hoy como festivo nacional pero no me ha dado tiempo. En cualquier caso, si una vez expuestos mis motivos alguien quiere unirse a esta iniciativa estaré encantado de aunar fuerzas y crear un movimiento social a gran escala para reivindicar y lograr que se implante “El día nacional del Zaragoza Popfest” en nuestro calendario laboral.

Recuerdo que cuando me dijeron que se iba a organizar un festival en Zaragoza en el que iban a tocar Bla, Sagrado Corazón de Jesús y Tiger&Milk me sobreexcité tanto que casi me quedé sin aire. Doy las gracias porque la persona que me lo contó no sabía en ese momento que también estaban en el cartel Capitán Sunrise, Doble Pletina, Cosmen Adelaida... Si me hubiera dicho el cartel completo directamente hubiese entrado en colapso mental. Pensaréis que exagero pero quienes me conocen saben perfectamente que reacciono así ante estas noticias y, por lo que pueda pasar, siempre intentan dármelas cuando tienen controlado que hay un centro de salud cerca.


Sólo pude estar de cuerpo presente el sábado, aunque mi alma llevaba en La Lata de Bombillas desde el viernes, lo que se traduce en una gran frustración sobre todo después de confirmar que el Zaragoza Popfest fue tan genial como imaginaba y que posee todos los elementos que lo hacen popfástico (el simpre hecho de que tenga sintonía propia ya lo demuestra un gusto exquisito): Se dijo tantas veces la palabra pop que comparándolo con una de mis entradas parece que yo no la use en absoluto; los chicos llevaban cárdigan y las chicas vestidos de falda con vuelo; una gran mayoría de los asistentes llevaba chapitas y teniendo en cuenta que no están en su mejor momento y han caído en desuso, se agradece (ya hablaremos sobre eso largo y tendido). Lo que aún estoy asimilando es la petición de matrimonio que hubo en directo en mitad del concierto de Bla. AMOR, POP y MATRIMONIO todo junto en un mismo espacio es algo para lo que mi corazoncito no estaba preparado y que podría haberme causado un paro cardíaco.
Capitán Sunrise dio un concierto precioso en el que Santi Diego contagió su emoción a las canciones y al final a nosotros también. No dejó de dar las gracias a grupos y asistentes por hacer posible el festival.. El pobre, qué equivocado estaba. Somos nosotros los que os tenemos que dar las gracias por organizarlo. También hay que agradecer que incluyesen tubos de confeti a presión en “Súper plan B”, algo de lo que un servidor es fan absoluto.

De los que he podido ver, el del sábado pasado fue el concierto más redondo de Bla. Aunque me siga doliendo en el alma que no tocasen “Himno reaccionario” tienen tantos himnos que de tanto saltar mis pies me siguen acusando de un delito de lesiones.

A Doble Pletina hay que seguir agradeciéndole que nunca hayan abandonado las canciones de sus EP's. Que sí, que “De lo concreto a lo general” es de los mejores discos de 2013 pero es imposible vivir sin “Música para cerrar las discotecas”, “Artista revelación” o “Cruzo los dedos”. Ya el gran colofón fue que terminasen con una rareza (¿es demasiado pronto para considerar que tienen rarezas?): “Deseos a la primera”.

Con Sagrado Corazón de Jesús tengo un asunto pendiente y es que parece que nunca voy a poder consumar mi fanatismo más absoluto. Esta es ya la segunda vez que estoy en la sala que toca el día que actúa y no puedo verle. Me ha atraído la idea de usar una analogía con la Cenicienta pero voy a ser más fiel a la realidad: Empezó el concierto en el momento que cruzaba la puerta con prisa para llegar a tiempo a la estación.

En cualquier caso, lo mejor de todo no fueron los conciertos, ni las chapitas ni esa zona de merchandising tan atractiva y maravillosa que provocaba deseos consumistas más fuertes que la navidad. Como ya vaticinaba la semana pasada, lo mejor fue que no había por un lado grupos que actuaban y por otro público sino había una familia unida por un mismo sentimiento: vivir y compartir el pop. Esa fue la verdadera fiesta.

Gracias Zaragoza Popfest por ayudar a salvar el POP.

21 de noviembre de 2014

Arthur and Martha: Estrellas del dream pop



He de confesar que he tenido que hacer un ejercicio de autocensura para no titular esta entrada como realmente había previsto: “Navigation de Arthur and Martha os va a cambiar la vida”. Sobre todo porque lo siguiente hubiese sido copiar y pegar hasta la saciedad el título descartado e ir intercalándolo con el vídeo de la canción en cuestión. Pero hablar de Arthur and Martha es diferente; es de esos grupos que le recomiendas a una persona especial, así que no puedo dejar que mis desvaríos pop les eclipsen. Aunque, lo confirmo, “Navigation” os va a cambiar la vida. Porque, amigos y amigas, lo que vais a descubrir a continuación va a ser una epifanía que os hará replantearos quiénes habéis sido todo este tiempo. De hecho se comenta que aunque por motivos comerciales decidieron usar el divorcio como punto de inflexión vital, en realidad “Come, reza, ama” está basada en lo que le sucedió a Julia Roberts después de escuchar por primera vez a Arthur and Martha.

Ellos estaban llamados a ser el adalid del dream pop (aunque ellos se describan como robot pop), los nuevos The Postal Service, los amos y señores de los sintetizadores y, por ende, de nuestro corazón. Pero decidieron no seguir ese camino y hacerse un Family, véase sacar un primer y único disco en 2009 y desaparecer de la faz de la tierra.



Ese disco, Navigation” (Robot Records, 2009), se convirtió casi de inmediato en uno de los discos de mi vida y eso es algo que podría decir de cuatro o cinco discos. No son cosas que me tome a la ligera. Arthur and Martha consiguieron lo improbable, editar un disco que más que bueno es único. El pop electrónico sigue celebrando que, unidos por su amor a los sintetizados analógicos y los sonidos mágicos que obtienen con ellos, se uniesen musicalmente.

Como buenos dreampoperos consiguen llevarnos a su universo, un cosmos paralelo en el que podemos crear y entender las cosas a nuestro antojo. Porque de ensoñaciones va el asunto. Y, sí, con “Music for hairproducts” o “Memory”, que serían los temas más inmediatos por su ritmo más animado, ya somos suyos completamente y nos dejamos arrastrar de buen agrado. Pero, para mayor algarabía de un servidor, es en los temas melancólicos donde obtienen la perfección más absoluta y nos llevan a un estado de éxtasis en el sentido más literal y teísta de la palabra. Porque en la doctrina de la melancolía pop se profesa adoración a “Navigation". Y no os dejéis engañar porque me centre en esta canción, el disco al completo es una maravilla, pero “Navigation” sí se puede permitir el lujo de eclipsar todo lo que haya a su alrededor, tanto musical como materialmente.

            

Decía antes que Arthur and Martha son esa clase de grupo que recomiendas a alguien especial, pero esta canción en concreto es la que le recomiendas a una persona sabiendo que su reacción va a ser enamorarse de ti y pedirte matrimonio.

Recordemos que la melancolía no ha de entenderse como un sentimiento negativo. Es más que disfrutable y un ejercicio de placer e intimidad en su totalidad y esta canción llega a los niveles más altos de melancolía. Si el otro día hablábamos de canciones que hacen que te sientas como si un puño oprimiese tu corazón, esta sería la madre de todas ellas. Se trata de una especie de precuela de “¿Qué nos va a pasar?” que habla del momento en el que te das cuenta de que acabas de cruzar el punto de no retorno en una relación, que ya se ha terminado todo y no sabes cuándo ha pasado.

Para cuando ha terminado tu corazón ha sido comprimido y exprimido. Al escucharla viajas, durante esos casi seis minutos solo existís la canción y tú. Evoca momentos no vividos, vividos y por vivir. Te recuerda a las tardes de domingo en las que ha empezado a anochecer sin que te hayas dado cuenta; a las despedidas con un amante al que no sabes si vas a volver a ver, o si quieres volver a verle. Da igual que no hayas vivido esos momento, los recuerdas.

Siempre he creído que “Navigation” no se puede escuchar en cualquier momento. Tienes que darle su tiempo, dejar que destaque y brille por sí misma. Lo hará.

18 de noviembre de 2014

Conversación con Bla



¿Conocéis esa sensación de admirar tanto a alguien que hace que te bloquees cuando le tienes enfrente? A mí me pasó en la frutería de El Corte Inglés.

Había coincidido con Belén y Luís varias veces pero, por vergüenza, siempre había intentado esquivar las conversaciones personales y, así en general, no me había ido tan mal la jugada. Hasta que me encontré de cara con Belén enfrente de los tomates. Tenía que saludar e intentar parecer una persona normal porque no me pareció apropiado el “¡Hola! ¿Qué tal todo? Hablando de todo un poco, 'La falta básica' me parece de los mejores discos de 2013” que había barajado en un primer momento. Así que me pareció bien cambiarlo por un “¿Qué tal?, ¿comprando tomates? Pero si aquí están carísimos”. Y tal que así se inició un pequeño debate sobre la relación calidad/precio de las fruterías del barrio que conseguí zanjar tras tan bochornosa muestra de verborrea nerviosa recomendándole mi frutería de confianza.

Para la entrevista decidí dejarme llevar por mi alma de admirador y adoptar la postura que aquel día tan rápidamente deseché. Sí, la del fan loco. Porque Bla perfectamente podría protagonizar la sección “Grupos que no entiendo por qué no llenan estadios”. Han conseguido perfeccionar lo que me gusta llamar canciones que te hacen sentir como si un puño te oprimiese el corazón, temas melancólicos que parten de un sentimiento o una situación fugaces y los exprimen. “Mira lo que se oye cuando estamos callados” o “Tú fíjate” son claros ejemplos de eso. Luís reconoce que para él es más fácil dar a la melodía ese punto nostálgico: “Siempre de forma natural, también por mis gustos musicales, me voy hacia los tonos menores que llevan más a la melancolía. Estos años componiendo para L-Kan siempre tenía que volver atrás y usar tonos mayores. Entonces Bla para mí fue como sentirme completamente abierto”. Cierto es que en “La falta básica” (Elefant, 2013) tiene mucha más presencia el sintetizador. En “Ni hablar del sol”, que no es ni más ni menos que la “Perezosa y tonta” del S.XXI, nuestro corazón sigue oprimido, pero la disfrutamos y bailamos. ¿El resultado? La mejor canción del disco.


Sorprende especialmente en “Entrenadora de penas” la naturalidad con la que Belén hace un ejercicio de autorreflexión sobre el momento en el que nos fustigamos a nosotros mismos emocionalmente: “Encantadora de penas es...mi interior”. Consigue una letra en la que lo íntimo encaja perfectamente con decir que se vuelve terrorista. “Es como una metáfora perfecta que me encaja. Yo soy súper hipocondríaca, súper obsesiva. Entonces me voy machacando a mí misma. Me parecía que describía lo que pasa”. Yo hubiese atribuido esa metáfora a un intento por no resultar tan directa a la hora de hablar de sus emociones debido a su fama de mujer tímida pero, entre risas, parece sorprenderle: “Yo sí pienso que soy tímida, pero no pensaba que daba esa imagen”.

Desde luego sobre el escenario no la da. Para mí ella y Teresa Iturrioz (Single) son las divas del pop. En su día le pregunté a Teresa si lo sentía así y su respuesta fue la confirmación de que lo era: “Siempre he querido ser una diva del pop”. Obviamente tenía que repetir la fórmula y preguntárselo también a Belén: “Hombre, sí, digo lo mismo: siempre he querido ser una diva del pop. Bueno, te quiero decir, una diva del pop no me considero. Es la gracia que le veo a esto. Me mola estar en el escenario y hablar con la gente. Por eso los primeros conciertos con Bla eran un poco raros. Teníamos tan claro que tenía que ser de otra manera. Ahora ya no lo pienso; yo no. Que tiene que ser diferente sí, es otro grupo, pero no la actitud en el escenario. Es lo que te digo, a mí lo que me va es el rollo diva del pop”.

Porque aunque la gente se sigue empeñando en preguntarles qué es el indie, ellos son POP, en mayúsculas y si por mí fuese también con exclamaciones y sticks luminosos. Etiquetarles dentro del pop sería más difícil, ellos mismos no saben si referirse a sí mismos como tecnopop o pop independiente. Esta ambigüedad la remarca Luís al decir que pop podría ser toda la música. Pero la suya es diferente. No hay más que escuchar “Himno reaccionario” para tenerlo claro. Es un hit instantáneo y tan disfrutable que te dan ganas de saltar sin importar que estés en casa, en uno de sus conciertos o cruzando la calle.


Creadores de hits son desde el nacimiento de L-Kan hace casi 15 años, aunque parece que con los aniversarios musicales pasa como con las relaciones, que no se tiene muy claro si contar el aniversario desde la primera cita, el primer beso o la primera vez que os cogéis de la mano en público. Para él sería el momento en el que se gestó el grupo y para ella el lanzamiento del primer álbum. En cualquier caso parece que coincidirá con un nuevo disco después de aquel lejano, pero eterno, “Somos otra cosa” (Subterfuge, 2007) que incluía la mejor canción pop de la década pasada: “Todo lo que no”. “Tenemos como cinco canciones sin editar y la idea era hacer alguna más y algunas versiones que tenemos y a ver si las editamos”. Más lejano parece un nuevo disco de Bla del que de momento tienen algunas letras.

No tienen prisa; y nosotros tampoco mientras podamos seguir disfrutándoles en directo. La semana pasada resucitaron con L-Kan
¡Qué mutada!, proyecto que allá por 2002 lanzaron junto a La Monja Enana y Aviador Dro. Ya avisaban que iban a hacer la verdadera mutada. “Nosotros nos vamos a volver locos total y vamos a tocar muchas canciones de todos. Ya damos por hecho que va a ser un despropósito”. Me cuesta, pero me veo obligado a decir algo muy seriamente. Debería ser obligatorio ir al menos una vez en la vida a un ¡Qué mutada! Eso fue una fiesta, una reunión y un karaoke. Todo junto.

Este sábado 22 actuarán en la primera edición del ZGZ Popfest. Lo único que puedo aportar a título personal sobre ese festival es que al saber de su existencia y ver qué grupos actuaban mi cabeza estalló. Juntar a Doble Pletina, Bla o Sagrado Corazón de Jesús en un mismo festival es un regalo cósmico de navidad. “Es un poco que los grupos vamos porque queremos ir. Hoy por hoy un grupo como Bla que es una cosa pequeña o va porque quiere ir o se extingue y así con muchos grupos. Y nos apetecía ir; el cartel la verdad es que está muy guay”. Lo que se va a vivir este fin de semana no es un festival al uso, va a ser una reunión de gente unida por una misma emoción: vivir y compartir el pop.

En ningún momento conseguí comprender cómo puede ser que vivamos en un mundo en el que Bla es un grupo pequeño. La gente debería tratarles como las estrellas que son y acosarles por la calle obligándoles a salir de casa con pamela y gafas de sol para intentar pasar desapercibidos. Tampoco pude entender por qué le pregunté a Belén si había visitado la frutería que le recomendé en su día. Nunca lo hizo, pero esta vez me llevé su recomendación personal sobre dónde comprar los mejores tomates.  

12 de noviembre de 2014

Oda al cárdigan


¡Oh mi querido cárdigan! ¿Cómo expresar todo lo que siento por ti? 


Podría derramar toda mi sangre pop sobre mil páginas y no serían suficientes para hacerte saber el papel que juegas en mi vida. Tú que siempre estás ahí cuando se te necesita, aportando el punto justo de abrigo. Que permites ser remangado y desabrochado mientras tu tejido cae y se mueve grácil al son de mis pasos estando en un lugar cerrado y, a la vez, te dejas mimar (o mejor dicho me mimas) cuando a la intemperie las temperaturas bajan ligeramente; dando lugar a un cruce de brazos único, mágico y señorial de esos que sólo tú aportas. Ese momento en el que te cojo con cariño, cruzo los brazos cubriéndome el torso contigo y apoyo mis manos en los sobacos, eso querido amigo, es algo superior  Y digo que es señorial consciente de que quizás pueda parecerte algo osado (y quizás lo sea) pero no me malinterpretes, con señorial pretendo decirte que logras conferir una pose de señora imposible de conseguir por ninguna de tus compañeras chaquetas. Y lo haces con una naturalidad nunca antes vista en una prenda de vestir. Durante unos instantes nos dejas ser esas señoras que soñamos ser algún día pero que no seremos hasta que decidamos abandonar Malasaña “porque hay mucho ruido” (o eso diremos) para mudarnos a Conde Duque con nuestra pareja y pasarnos el día tomando el aperitivo.

Solo por eso ya te mereces un hueco en mi corazón.


     Tomando un batido con mi cárdigan una tarde de domingo

Pero no contento con eso, además posees una versatilidad apabullante. Tú, sólo tú, quedas perfecto con cualquier outfit y te antojas perfecto para cualquier evento social. No desentonas en una cena formal; posees un aura de romanticismo inigualable en los picnics, proyectas en mí un pretendido aire casual al ir a la frutería, ¡y qué decir de lo acertado que es llevarte a los conciertos!

Pero ahora de pronto nos han separado sin previo aviso. Ni siquiera nos ha dado tiempo a despedirnos. No nos han dejado tener ese momento melancólico en el que nos miramos fijamente y nos decimos “hasta pronto” sabiendo que pasarán meses hasta que nos volvamos a ver y ni siquiera sabremos cuándo será; esclavos de un futuro meteorológico incierto que nos permita reencontrarnos.

No puedo evitar pensar en esa canción de La Casa Azul que luego versionaría Parade: “¿Qué nos pasó? Que no pudimos con el tiempo”. No hay duda de que esta canción habla de nosotros.

        



Pero tú y yo viviremos un reencuentro de película. Te sacaré a cenar y a tomar un vino y parecerá que nada ha pasado; que este tiempo separados se ha marchado a una suerte de limbo temporal y por fin volveremos a ser un nosotros.

7 de noviembre de 2014

OTOÑO POP

Amigos de Popfástico, he de reconocer que estoy bastante preocupado por la situación actual de nuestro país. Es evidente que nos olvidamos de los problemas de capital importancia y nos dejamos engañar como amas de casa adictas a la teletienda, permitiendo que entren en nuestra mente y desvíen nuestra atención hacia asuntos menores.

Obviamente estoy hablando del doble check azul de Whatsapp. Todo lo que tengo que opinar al respecto es: ¿por qué azul? Un color rosa pastel siempre viste una conversación y da mucha alegría a las pantallas de nuestros dispositivos móviles. Pero centrémonos, estoy muy decepcionado de que hayáis caído en tan burda trampa ideada y desarrollada para que nos olvidemos del verdadero drama de la semana: ha terminado la temporada de cárdigan. Así de golpe y porrazo ha llegado el invierno y nos ha despojado de nuestra prenda favorita. ¡Y VOSOTROS HABLANDO DE UN DOBLE CHECK!

Por suerte he decidido encargarme de encauzar vuestros dramas hacia el punto correcto y he desarrollado la que desde ya se conoce como la lista de melancolía pop definitiva. Váis a encontrar temas emocionantes, especialmente sensibles, desgarradores y oníricos. Canciones simplemente especiales. Una lista perfecta para escuchar sentados con nuestra batamanta en el sillón frente a la ventana, imaginando que está lloviendo y oteando el horizonte con cara de intensidad. Con el tiempo que hace igual hasta tenemos suerte y llueve de verdad este fin de semana y nos ahorra energía que focalizar en lo de otear y la cara de intensidad. Espero que seáis capaces de hacerlo y pensar en nuestros queridos cárdigan que tanto tardaremos en volver a ver.  


Con todos ustedes: OTOÑO POP


                                              



Como pequeño apunte me gustaría mostrar todo mi respeto a las amas de casa adictas a la teletienda. Os admiro y espero ser algún día como vosotras.

4 de noviembre de 2014

No hay nada más pop que Papa Topo

Eso es así y no hay discusión posible al respecto. Lo único que podría desbancarles como estandartes del pop es que Cola Jet Set y Los fresones rebeldes hiciesen una gira conjunta cambiando su nombre artístico a Los pastelitos de crema de limón, dedicándose a tocar exclusivamente versiones de La casa azul con guitarras que tuviesen forma de piruleta de corazón. Pero eso, creo, nunca va a pasar.
Por eso mismo no hay nada más pop que Papa Topo. Es de dominio público que la gente ha empezado a celebrar que por fin ha llegado el relevo generacional que todos hemos anhelado esas noches que te despiertas aterrado y empapado en sudor porque has soñado que Guille Milkyway anunciaba su retirada del mundo de la música.

                                            

Pero ahora no tenemos nada que temer porque el día que todas las televisiones nacionales estén emitiendo el discurso de abdicación de Guille será cuestión de días que el B.O.E. haga oficial lo que ya todos sabemos, que Adrià es el nuevo rey y señor del pop y nuestro único trabajo será seguir rindiéndonos a sus melodías.
Pero lo que hoy os quiero contar no es que Papa Topo es el futuro del pop (eso ya lo sabéis). Hoy quiero reivindicar sus primeras maquetas. Esas que subían a Myspace allá por 2007/2008 y que por algún motivo la gente ha hecho como que nunca han existido. Queridos y queridas, sed conscientes de que hubo vida antes de los helados de after eight en la playa. Por eso he hecho una selección de las cuatro mejores canciones de aquella época . Y son tan maravillosas que si a alguien no le gustan es porque no tiene alma.

MI PIXELADO AMOR


Una de las grandes mentiras de la humanidad junto a “Sólo la puntita” es que ya no se hacen himnos pop como ese “Un huracán de sensaciones pop”. Eso únicamente lo puede decir gente que no haya escuchado a Adrià cantar “Eres mi dulce maxibon” o “Me gustas más que un glowstick”. Hago un llamamiento para que se fabrique el merchandising oficial de esta canción. Necesito camisetas, chapas, abanicos y hasta papel de cocina con estas frases.

OTOÑO


Esta canción es un pepinazo que empieza hablando de agendas escolares y nos acaba dando una lección sentimental que podría reducir el consumo de Lexatin entre la población en un 80% y que todos deberíamos aplicarnos: el otoño NO existe; es un estado de ánimo
Además, EXIJO desde YA que se institucionalice el uso del término "bicicletear". Ustedes lánguidos y lánguidas con tanto afán por pasear en bicicleta deberían apreciar un concepto tan nuevo, pop y sin fecha de caducidad a la vista.

PAPA TOPO CANTA POP



No entiendo muy bien que una canción llamada 'Papa Topo canta pop' no haya reventado el mercado musical ni logrado que hagan giras mundiales viajando cada uno en su jet privado. Es que no lo entiendo.
Pero por si el título era poco, en el estribillo encontramos EL HIMNO. Nuevo y, desde ahora mismo, único: "Canta pop mi corazón". No hay más que decir, ¿no?

CANCIÓN DE UN ESTEGOSAURIO


Cualquier grupo pop hubiese matado, literalmente, por haber compuesto esta canción sobre una pareja de estegosaurios tratando de escapar del meteorito que va a acabar con los dinosaurios en la que la melancolía alcanza un nuevo nivel superior nunca antes conocido por el hombre.
Se nos parte el corazón y a la vez se nos llena de amor al escuchar "en un millón de años o más encontrarán nuestros huesos que abrazados seguirán".
Esta canción es una delicia, es una obra de arte y es, en resumidas cuentas, lo más.


Como ahora ya no podéis vivir sin estas canciones os dejo los enlaces de descarga de las dos maquetas que lanzaron antes de convertirse en estrellas: Cyborgs Paseando y Maqueta Número 2. DE NADA.