23 de noviembre de 2015

Consultorio del Amor

El mundo me estaba esperando. Han sido unos meses de ausencia complicados en los que me he sentido cual Batman encerrado en su batcueva ante la idea de que Gotham ya estaba a salvo y no le necesita. Pero me despierto de mi letargo y veo que no es así, que el pop todavía el mundo y que en ningún telediario se habla de la vuelta de Cola Jet Set.

Me he dado cuenta de que debo hacer algo al respecto y por encima de todo me he dado cuenta de que le debo al mundo no solo seguir tratando de salvar el pop sino también continuar con el Consultorio del Amor (no está en absoluto relacionado con el hecho de que sea la única sección que la gente se lee entera) para desenredar todos esos corazones estrechados ante la adversidad (vamos, que aún no sabéis diferenciar entre sexo y amor y tengo que venir yo a explicaros . Sé que algún día me daréis una gran sorpresa y sabréis cuándo una penetración no da más de sí, pero hasta entonces tranquilos que aquí está Patrick Dyphuso para vosotros).

Como en este largo proceso que ha durado mi ausencia he descubierto que no hay nada que me interese más que lo que me sucede a mí mismo he decidido protagonizar mi comeback y resolverme mi propio drama amoroso confirmándome así como un alma narcisista. He intentado mantener conmigo la misma distancia emocional que tendría con cualquiera de vosotros.

Y, sin más dilación, el Consultorio del Amor de Popfástico:







Querido Popfástico,

Me gustaría comenzar diciendo cuánto te admiro; me pareces un ejemplo a seguir y tu prosa me parece tan deliciosa como hilarante. He leído infinitas veces tu consultorio del amor y ahora que me veo en una encrucijada emocional sé que solo tú me puedes ayudar. Necesito uno de tus sabios consejos en temas amorosos.

Verás, soy un joven libra que sin quererlo ni beberlo se ha visto envuelto en una situación complicada y siento que ahora mismo mi corazón se encuentra en una montaña rusa de emociones. Voy a intentar no ponerme demasiado melodramático, pero si lo hago quiero que comprendas que se debe a que estoy muy confundido.

Hace una semana hice algo de lo que no me siento especialmente orgulloso y en un momento de debilidad (debido quizás a las tres copas de vino que llevaba encima) y estando solo en casa aburrido decidí jugar un rato a Tinder y de repente empecé a hablar con un chico que a los 5 minutos de conversación ya me había cautivado con su aparente elocuencia. Me dejé llevar y seguimos hablando y cada vez pintaba mejor la cosa así que ni me lo pensé y quedé con él al día siguiente. Me sorprendí a mí mismo al no usar con él mi excusa estrella, la que uso en estas situaciones para poder hacer bomba de humo en caso de que la cita sea un desastre y que consiste en avisar de antemano al chico en cuestión de que esa noche tengo una cena ineludible que en caso de que me guste el chico se cancela por motivos ajenos a mí. La verdad es que pensaba que en persona la conversación no fluiría de la misma forma y/o no habría atracción física (de hecho me daba pavor pensar que tendría voz de pito, lo siento por los afectados por esa enfermedad pero no me gustan los chicos a los que aún no les han bajado los testículos).

Miedo me da cómo va a continuar tu consulta amorosa si ya de entrada cometes el fallo garrafal de confesar públicamente cuál es tu excusa para huir de alguien que no te gusta porque no te atreves a enfrentarte a él. Igual has pensado en aprovechar la ocasión para hacerle entender a alguien por qué no le has devuelto nunca la llamada lo que supondría ser cobarde ante la cobardía y, desde luego, muy retorcido.

Pero nada más lejos de la realidad, fue todo maravilloso e increíble, demasiado increíble incluso, sobre todo me gustaría destacar que me dio una piruleta que te tatúa en la lengua un anillo de compromiso y eso es lo peor/mejor que le puedes hacer a alguien como yo cuyo producto favorito de Tiger es una cubitera que hace hielos con forma de anillo de compromiso. Al día siguiente salí de su casa sintiéndome Joseph Gordon-Levitt en la escena del flashmob de 500 days of Summer. De repente algo hizo “click” y creí haber encontrado al hombre que me sacaría de ese largo paseo por el desierto que es la soltería.

Vale, me asalta una pequeña duda: ¿acaso el chico en cuestión sabe que tu producto favorito es la hielera que hace hielos con forma de anillos de compromiso? Porque me atrevo a suponer que no (no creo que nadie pueda ser tan lerdo de confesar eso en la primera cita, incluso es preferible contar que acabas de salir del Proyecto Hombre). Partiendo de esta entiendo que acertada suposición, seguramente lo de dar piruletas de anillo de compromiso sea marca de la casa. No quiero ser muy duro contigo pero me parece que insinúas o que el chico en cuestión ha descubierto de forma mágica que te gustan las cosas con forma de anillo de compromiso o que te ha pedido matrimonio y francamente no tengo tiempo de explicarte todo lo que está mal en cualquiera de esos dos escenario. En cualquier caso, ¿dónde dices que venden esas piruletas?

As

Sé que te sonará precipitado pero me conozco lo suficiente como para saber cuándo puedo llegar a sentir algo importante por alguien y si hubieses visto lo insoportablemente lleno de amor y felicidad que estuve en el trabajo ese día lo entenderías perfectamente. Hacía mucho tiempo que no me sentía así de vivo después de conocer a alguien, para ser más exactos desde que conocí a mi último ex.

El problema llegó al día siguiente. Llegué a su casa prácticamente con el Vogue Novias bajo el brazo y, bueno, a lo largo de la noche y por lo que pude extraer de diferentes conversaciones creo que ha roto muy recientemente con su novio y también creo que fue una relación de nueve años. Por si con eso no tuviese suficiente con lo que lidiar, ya en la cama a punto de dormir me preguntó a qué hora quería que pusiese la alarma y cuando encendió el móvil para ponerla vi que tenía varias notificaciones de Tinder.

Hay algo que se me escapa ahora mismo. Has usado la palabra “creo” tantas veces que ha perdido su significado. ¿Acaso estás seguro de que acaba de salir de una relación?, ¿sabes a ciencia cierta que dicha supuesta relación ha durado nueve años?, ¿estás seguro de algo de lo que me estás contando? Espera, igual también “crees” que has conocido a un chico maravilloso pero realmente has estado yendo a alimentar al gato de tus vecinos. Quiero pensar que no, pero me alegra ver que a pesar de tener dudas acerca de si este chico quiere estar contigo hayas decidido dar detalles lo suficientemente concretos como para que el chico sepa que estás hablando de él si lee esto y a la vez hayas incluido en tu descripción sobre vuestros encuentros el “llevar el Vogue Novias bajo el brazo”. Eso desde luego le tranquilizará mucho, no le dará en absoluto la sensación de que eres una persona inestable y le hará mantenerse pegado a ti. Bien hecho.

Como era de esperar de repente me sentí como Joseph Gordon-Levitt en la escena de “expectativas vs. realidad”. Pero, claro, él no deja de tener gestos y palabras bonitas hacia mí que hasta ahora yo interpretaba como señales muy positivas y de repente pienso que quizás no significan nada y también que quizás debería dejar de pensar en cuándo sale el próximo número del Vogue Novias cuando me lanza una de esas señales que ahora se plantean tan confusas.



Ahora no sé muy bien cómo actuar con él y solo pienso en que lo mejor sería boicotearme a nivel emocional y perder el contacto con él antes de que para mí esto sea algo demasiado real como para obviarlo (cuando creo que claramente para él no lo es).

Y esto es todo lo que tengo que decir mi adorado Popfástico. Como ves necesito tu consejo y lo necesito rápido, antes de que esto se me vaya de las manos o tome una decisión precipitada. Siempre he creído en agotar todos los cartuchos cuando realmente sientes algo por alguien, pero ahora mismo creo que sería mucho más inteligente protegerme.



Bien, vamos a tomarnos un momento para respirar. Voy a comenzar recomendando a mis lectores que por favor se tomen un complemento vitamínimo cargado de ginseng (o siete litros de redbull en su defecto) para contrarrestar tu soporífero texto que ha debido de tener en ellos el mismo efecto que cuatro pastillas de diazepan. Ahí va mi primer consejo querido libra: búscate a alguien de confianza a quien vomitarle toda tu historia para poder filtrar lo importante a la hora de exponerle la historia a desconocidos porque si te paras a pensarlo todo tu texto se puede resumir en unas pocas líneas: “Voy a excusarme por usar aplicaciones para conocer a chicos para sentirme por encima del resto de homosexuales. Pero las uso y he conocido a un chico maravilloso que acaba de salir de una relación larga. DRAMA, DRAMA, DRAMA”. ¿Ves? No es tan difícil querido libra. Además, si tan hilarante y deliciosa te parece mi prosa deja un poco de espacio para que te conteste que yo a mis lectores no les puedo soltar después de medio año un mazacote de cuatro páginas de word así de buenas a primeras. ¿Querías aprovechar quizás la ocasión para deslumbrarnos con tu prosa? Intuyo en ti a una pequeña Eve Harrington y eso no me gusta nada (muchas gracias por tus bellas palabras sobre mi prosa por cierto, trabajo duro para intentar superarme día tras día).

Dicho esto, vayamos con tu drama. No te voy a negar que te encuentras en una situación difícil y siento avisarte de que no vas a encontrar en mis palabras el consuelo que seguramente esperabas (Aviso: si lo que quieres es escuchar un “pero no seas tonto, claro que le gustas” necesitarás una segunda persona de confianza a la que vomitarle tus problemas, en este caso tendrá que ser alguien con un CI considerablemente más bajo que el de la primera y la inteligencia emocional de una papaya).

Todos conocemos esa increíble sensación de creer haber encontrado a alguien especial, alguien que nos haga intentar superarnos para impresionarle; alguien que haga que todo nos parezca maravilloso; alguien que por fin le dé sentido a cortarse las uñas de los pies. Es una sensación emocionante y el mejor consejo que te puedo dar es es que la aproveches. Disfrútala. Llega muy pocas veces en la vida y como con las temporadas de The Comeback nunca sabes cuándo va a volver.

Más que nada veo un gran problema en todo esto: cuando uno sale de una relación no está preparado para meterse de lleno en otra. Se necesita tiempo para volver a montar tus esquemas, esos que se destruyen al acabar una relación y, por encima de todo, necesitas tiempo para ti, para redescubrirte en este nuevo contexto en el que te encuentras de la noche a la mañana y así poder reformular tus esquemas. Así que o bien te has topado con una persona que está recuperando el tiempo perdido en aplicaciones de sexo (las cosas por su nombre) pero a la vez echa de menos el cariño, la ternura y la complicidad de una pareja que acaba de perder y entonces intenta mezclar todos los elementos en un batiburrillo imposible, o bien has topado con una persona que encadena relaciones porque es incapaz de estar sola. Ante este panorama claramente es preferible la primera opción, así el tortazo en la cara te lo dan en cuestión de una semana, no te pasas años siendo abofeteado por una persona con claros problemas personales seguramente inducidos por una relación extraña con Bill Cosby a temprana edad.

Y sé que ahora mismo estarás pensando que existe una tercera opción, un punto intermedio en el que este maravilloso chico de repente se siente maravillado por ti y es capaz de saltar a una relación para la que no está preparado porque no quiere perderse lo que puede vivir contigo. Bien, también dicen que existen los bisexuales y Bigfoot. Y NO.

Pequeño inciso: Queridas asociaciones LGTBI, podéis hacerme llegar vuestras vehementes quejas sobre mi falta de conocimiento y sensibilidad por los “bisexuales” a patrickdyphuso@gmail.com. Os contestaré lo antes posible.

Así que tu tarea es harto difícil porque tienes que ser práctico y, por encima de todo, muy inteligente. Piensa que la primera vez que te engañan es su culpa, pero la segunda vez ya es tu culpa. No te puedo decir que huyas porque eso sería como hacer que no he aprendido nada de “Notting Hill” (que es mi mayor referente en cuestiones amorosas y algo así como la biblia del amor), pero ve con cuidado porque me da la sensación de que después de mucho tiempo buscándolo por fin has encontrado tu corazón y en vez de guardarlo en tu pecho a buen recaudo, lo mantienes en las palmas de tus manos, desprotegido. No pierdas la oportunidad de conocerle pero mantente atento a las señales y cuando las haya, si las hay, sal corriendo y pon tu corazón a buen recaudo. Ya lo has encontrado, ahora no lo vuelvas a perder. Nunca me cansaré de reptiros a todos que la persona más importante en cualquier tipo de relación siempre es uno mismo aunque algunas veces debamos hacer alguna que otra concesión.

Espero que mis sabias y expertas palabras (recordemos lo de “Notting Hill”) te ayuden a afrontar este momento (el de descubrir que tienes la capacidad de síntesis de un mapache). En el tema amoroso, espero haberte ayudado a ver con más claridad cómo debes gestionar esta situación porque para el tema que planteas no existe una solución mágica, sin embargo siempre puedes hacer ejercicios para aprender a resumir textos. Igual esa es la lección que debes aprender de toda esta historia.


Como siempre, os recuerdo la dirección a la que me podéis hacer llegar vuestras dudas existenciales que intentaré leer y solventar lo antes posible si las quejas de las asociaciones LGTBI me dejan algo de tiempo: patrickdyphuso@gmail.com