26 de noviembre de 2014

Sello de calidad Popfástico: Zaragoza Popfest



Hoy es día de celebración. Preparad los cañones de confeti, los fuegos artificiales y vuestras mejores galas para festejar el nacimiento del Sello de calidad Popfástico. He creado este distintivo de calidad para indicar que algo es tan pop y tan fantástico que tiene una plaza ganada en el olimpo del poperismo ilustrado. Con suerte algún día tendrá la misma relevancia que las estrellas Michelín y se podrá hacer un programa a lo Top Chef en el que los concursantes en vez de competir por crear el mejor plato se medirán ante las cámaras por ver quién combina mejor las chapitas en su jersey de cuello vuelto. Prometo usar este sello de forma responsable pero tened claro que cuando se lo otorgue a algo/alguien es porque tenéis que incluirlo en vuestra vida de forma inmediata y sin fecha de caducidad.

Y cuando digo que es día de celebración lo es por partida doble porque este sello nace inspirado en la necesidad de decir que hay un nuevo festival de referencia para todos los amantes del Pop way of life. Sí, el primer Sello de calidad Popfástico es para el Zaragoza Popfest (ZGZ Popfest para los amigos).

Me hubiese gustado organizar una recogida de firmas solicitando al Congreso que se considere el día de hoy como festivo nacional pero no me ha dado tiempo. En cualquier caso, si una vez expuestos mis motivos alguien quiere unirse a esta iniciativa estaré encantado de aunar fuerzas y crear un movimiento social a gran escala para reivindicar y lograr que se implante “El día nacional del Zaragoza Popfest” en nuestro calendario laboral.

Recuerdo que cuando me dijeron que se iba a organizar un festival en Zaragoza en el que iban a tocar Bla, Sagrado Corazón de Jesús y Tiger&Milk me sobreexcité tanto que casi me quedé sin aire. Doy las gracias porque la persona que me lo contó no sabía en ese momento que también estaban en el cartel Capitán Sunrise, Doble Pletina, Cosmen Adelaida... Si me hubiera dicho el cartel completo directamente hubiese entrado en colapso mental. Pensaréis que exagero pero quienes me conocen saben perfectamente que reacciono así ante estas noticias y, por lo que pueda pasar, siempre intentan dármelas cuando tienen controlado que hay un centro de salud cerca.


Sólo pude estar de cuerpo presente el sábado, aunque mi alma llevaba en La Lata de Bombillas desde el viernes, lo que se traduce en una gran frustración sobre todo después de confirmar que el Zaragoza Popfest fue tan genial como imaginaba y que posee todos los elementos que lo hacen popfástico (el simpre hecho de que tenga sintonía propia ya lo demuestra un gusto exquisito): Se dijo tantas veces la palabra pop que comparándolo con una de mis entradas parece que yo no la use en absoluto; los chicos llevaban cárdigan y las chicas vestidos de falda con vuelo; una gran mayoría de los asistentes llevaba chapitas y teniendo en cuenta que no están en su mejor momento y han caído en desuso, se agradece (ya hablaremos sobre eso largo y tendido). Lo que aún estoy asimilando es la petición de matrimonio que hubo en directo en mitad del concierto de Bla. AMOR, POP y MATRIMONIO todo junto en un mismo espacio es algo para lo que mi corazoncito no estaba preparado y que podría haberme causado un paro cardíaco.
Capitán Sunrise dio un concierto precioso en el que Santi Diego contagió su emoción a las canciones y al final a nosotros también. No dejó de dar las gracias a grupos y asistentes por hacer posible el festival.. El pobre, qué equivocado estaba. Somos nosotros los que os tenemos que dar las gracias por organizarlo. También hay que agradecer que incluyesen tubos de confeti a presión en “Súper plan B”, algo de lo que un servidor es fan absoluto.

De los que he podido ver, el del sábado pasado fue el concierto más redondo de Bla. Aunque me siga doliendo en el alma que no tocasen “Himno reaccionario” tienen tantos himnos que de tanto saltar mis pies me siguen acusando de un delito de lesiones.

A Doble Pletina hay que seguir agradeciéndole que nunca hayan abandonado las canciones de sus EP's. Que sí, que “De lo concreto a lo general” es de los mejores discos de 2013 pero es imposible vivir sin “Música para cerrar las discotecas”, “Artista revelación” o “Cruzo los dedos”. Ya el gran colofón fue que terminasen con una rareza (¿es demasiado pronto para considerar que tienen rarezas?): “Deseos a la primera”.

Con Sagrado Corazón de Jesús tengo un asunto pendiente y es que parece que nunca voy a poder consumar mi fanatismo más absoluto. Esta es ya la segunda vez que estoy en la sala que toca el día que actúa y no puedo verle. Me ha atraído la idea de usar una analogía con la Cenicienta pero voy a ser más fiel a la realidad: Empezó el concierto en el momento que cruzaba la puerta con prisa para llegar a tiempo a la estación.

En cualquier caso, lo mejor de todo no fueron los conciertos, ni las chapitas ni esa zona de merchandising tan atractiva y maravillosa que provocaba deseos consumistas más fuertes que la navidad. Como ya vaticinaba la semana pasada, lo mejor fue que no había por un lado grupos que actuaban y por otro público sino había una familia unida por un mismo sentimiento: vivir y compartir el pop. Esa fue la verdadera fiesta.

Gracias Zaragoza Popfest por ayudar a salvar el POP.

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