He de confesar que
he tenido que hacer un ejercicio de autocensura para no titular esta
entrada como realmente había previsto: “Navigation de
Arthur and Martha os va a cambiar la vida”. Sobre todo porque lo
siguiente hubiese sido copiar y pegar hasta la saciedad el título
descartado e ir intercalándolo con el vídeo de la canción en
cuestión. Pero hablar de Arthur and Martha es diferente; es
de esos grupos que le recomiendas a una persona especial, así que no
puedo dejar que mis desvaríos pop les eclipsen. Aunque, lo confirmo,
“Navigation” os va a cambiar la vida. Porque, amigos y amigas, lo
que vais a descubrir a continuación va a ser una epifanía que os
hará replantearos quiénes habéis sido todo este tiempo. De hecho
se comenta que aunque por motivos comerciales decidieron usar el
divorcio como punto de inflexión vital, en realidad “Come, reza,
ama” está basada en lo que le sucedió a Julia Roberts después de
escuchar por primera vez a Arthur and Martha.
Ellos estaban
llamados a ser el adalid del dream pop (aunque ellos se
describan como robot pop), los nuevos The Postal Service, los
amos y señores de los sintetizadores y, por ende, de nuestro
corazón. Pero decidieron no seguir ese camino y hacerse un Family,
véase sacar un primer y único disco en 2009 y desaparecer de la faz
de la tierra.
Ese disco,
“Navigation”
(Robot Records, 2009), se convirtió casi de inmediato en uno de los
discos de mi vida y eso es algo que podría decir de cuatro o cinco
discos. No son cosas que me tome a la ligera. Arthur and Martha
consiguieron lo improbable, editar un disco que más que bueno es único. El pop electrónico sigue celebrando que,
unidos por su amor a los sintetizados analógicos y los sonidos
mágicos que obtienen con ellos, se uniesen musicalmente.
Como buenos
dreampoperos consiguen llevarnos a su universo, un cosmos paralelo en
el que podemos crear y entender las cosas a nuestro antojo. Porque de
ensoñaciones va el asunto. Y, sí, con “Music for hairproducts”
o “Memory”, que serían los temas más inmediatos por su ritmo
más animado, ya somos suyos completamente y nos dejamos arrastrar de
buen agrado. Pero, para mayor algarabía de un servidor, es en los
temas melancólicos donde obtienen la perfección más absoluta y nos
llevan a un estado de éxtasis en el sentido más literal y teísta
de la palabra. Porque en la doctrina de la melancolía pop se profesa
adoración a “Navigation". Y no os dejéis engañar porque me centre
en esta canción, el disco al completo es una maravilla, pero
“Navigation” sí se puede permitir el lujo de eclipsar todo lo
que haya a su alrededor, tanto musical como materialmente.
Decía antes que
Arthur and Martha son esa clase de grupo que recomiendas a alguien
especial, pero esta canción en concreto es la que le recomiendas a
una persona sabiendo que su reacción va a ser enamorarse de ti y
pedirte matrimonio.
Recordemos que la
melancolía no ha de entenderse como un sentimiento negativo. Es más
que disfrutable y un ejercicio de placer e intimidad en su totalidad
y esta canción llega a los niveles más altos de melancolía. Si el
otro día hablábamos de canciones que hacen que te sientas como
si un puño oprimiese tu corazón, esta sería la madre de todas
ellas. Se trata de una especie de precuela de “¿Qué nos va a
pasar?” que habla del momento en el que te das cuenta de que acabas
de cruzar el punto de no retorno en una relación, que ya se ha
terminado todo y no sabes cuándo ha pasado.
Para cuando ha
terminado tu corazón ha sido comprimido y exprimido. Al escucharla
viajas, durante esos casi seis minutos solo existís la canción y
tú. Evoca momentos no vividos, vividos y por vivir. Te recuerda a las
tardes de domingo en las que ha empezado a anochecer sin que te hayas
dado cuenta; a las despedidas con un amante al que no sabes si vas a
volver a ver, o si quieres volver a verle. Da igual que no hayas
vivido esos momento, los recuerdas.
Siempre he creído
que “Navigation” no se puede escuchar en cualquier momento.
Tienes que darle su tiempo, dejar que destaque y brille por sí
misma. Lo hará.
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