7 de julio de 2016

El funeral de Patrick Dyphuso






Hay rasgos de personalidad que destacan por encima de otros ya sea porque gustan especialmente o porque provocan rechazo. En mi caso el primer rasgo que destaca la gente al tratar de describirme es mi tendencia a potenciar el punto dramático de las historias.

Ese punto dramático del que hablo puede variar y puede tratarse de tergiversar y exagerar cómo me he tropezado mientras me miraba con un chico (he llegado a decir que había tenido que apoyarme en una señora que tenía delante para evitar caerme) hasta modificar el mensaje de una canción para que concuerde con el momento vital que estoy viviendo y poder decir que claramente es una clase de mensaje que el modo aleatorio haya reproducido esa canción en ese mismo momento. Y, seamos honestos, esto nos hace más felices a todos. Por un lado yo vivo con la sensación de que mi vida es más interesante de lo que realmente es y a la vez la gente recibe historias divertidas, coquetas, entrañables. Le doy un extra de valor a mi vida y a la vuestra. De nada.

Hasta hace un tiempo lo mío era una adicción bastante fuerte a crear dramas de la nada pero igual que ha pasado con el Diazepam, también me he ido quitando poco a poco del vicio de fabricar dramas (y son dos cosas inocuas que me hacían bastante feliz y a día de hoy aún no entiendo muy bien por qué he querido quitarme de eso).

Pienso que es un rasgo encantador y siempre me he imaginado a la gente diciendo “Patrick y sus dramas...” mientras sonríe y coloca su mano debajo de la barbilla con la palma boca abajo (y seguramente de fondo suena la canción de los créditos de Cosas De Casa).


Creo que la primera vez que fui plenamente consciente de todo esto fue en 2011 cuando se inició la tradición de mi enfermedad mortal incurable bianual. Básicamente consiste en que una vez cada dos años enfermo hasta el punto de estar no menos de cinco días y no más de siete días en cama con fiebre alta y sin poder moverme ni para leer el horóscopo. Hasta el día de hoy ningún médico ha sido capaz de diagnosticar con seguridad qué me pasa durante estos períodos.

Mi enfermedad mortal incurable bianual me impide estar más de siete horas despierto (siete horas no consecutivas, claro) pero durante uno de esos momentos de febril despertar en 2011 se hizo la luz y pensé que tal y como estaba debía ser prevenido y se me partió el alma al pensar que podría morirme sin tener detallado mi funeral, sobre todo la música que sonaría. Así que usé la poca fuerza que tenía para crear en Spotify la lista 'Patrick Dyphuso D.E.P.' e incluir las canciones que creía indispensables en mi funeral. Con cada episodio de enfermedad mortal incurable bianual he ido añadiendo más canciones a la lista hasta que durante el último episodio en octubre del año pasado sentí que ya estaba terminada y que era perfecta. Debo confesar que ahora mismo y con plena capacidad de razonamiento (no como cuando confeccionaba la lista) que me parece que está maravillosamente seleccionada y, más sorprendentemente aún, estructurada. Me gusta pensar que esos episodios no eran más que éxtasis que me comunicaban con el dios del pop con la misión de confeccionar la lista de reproducción para un funeral perfecta. La gente tiende a mirarme raruno cuando les cuento esto pero yo siempre pienso que si el sueño de Jules en Cougar Town era vivir su funeral estando viva, ¿por qué no puede ser el mío organizarlo para impedir que algún desalmado haga algo tan horrible como celebrar un velatorio en un tanatorio, ponerme una corbata que no pegue con el traje o, aún peor, no invitar a mis ídolos para que finjan que lloran mi muerte? (Un besito Jules, eres tremendamente insoportable y no aguantaría a tu lado más de cinco minutos pero de vez en cuando tienes ideas brillantes; sigue así).





Así, mi funeral, celebrado en una casa rural con piscina y decorada con cadenas de luces muy monas, muy rollo Pinterest, estará conformado por tres partes acompañadas por tres grandes bloques musicales. Me gustaría destacar que he evitado modificar la lista por lo que os vais a encontrar tanto la selección musical como el orden originales.

1. El vídeo emotivo con el que hacer que la gente llore a mares

No pienso renunciar en mi funeral al vídeo emotivo a la par que divertido y elocuente que lleve a la gente a pensar que me echará de menos eternamente (aunque en vida hayamos sido archienemigos, es que estos vídeos nunca fallan).

Me va a tocar hacer una remezcla de todas para intentar evitar que dure más de 10 minutos. Más sería excesivo y no pienso permitir que nadie se canse de llorarme en mi funeral.


1. Perfect day – Lou Reed (Seguramente desde que vi El primer día del resto de tu vida supe que esta iba a ser la canción que abriese mi funeral
2. Los días – Templeton
3. Negativo – Computadora
4. Quédate conmigo – Pastora Soler
5. David – Algora
6. La montaña y el río – La Familia Del Árbol
7. Tan sólo por los besos – Nosoträsh
8. Hasta que acaben por confundirnos – Nudozurdo
9. Queen of Denmark – John Grant
(Aquí empezarán a pasearse unos acomodadores repartiendo pañuelos)
10. Waiting (PAL remix) – Alice Boman & PAL
11. Everyday is like Sunday – Morrissey
12. A mis brazos - Tulsa
13. Navigation – Arthur & Martha
(seguramente esta sea la única canción que suene completa y seguramente sea una de las canciones más bonitas y perfectas de la historia)


2.El reparto de regalos aka El Patrick Dyphuso Invisible



No me gustaría que pareciese que mi funeral es un evento completamente egoísta y 100% centrado en mí, por lo que antes de morir crearé una lista con el regalo perfecto para cada uno de los invitados al funeral y los repartiré entre todos asistentes de forma anónima de forma que cada uno tenga que comprar un regalo para otra persona. Será como mi regalo póstumo. Si algún día mi sueldo llega a los 30K seguramente aparte algo de dinero para ser yo quien compre los regalos pero hasta entonces sigo decidido a gastarme todo el presupuesto en pagarle dos horas de bolo a Teresa Iturrioz para que acuda, esparza mis cenizas, cante una canción, se haga unas fotos con los invitados en el photocall y se vaya. Confío en que la selección musical para esta parte logre que Teresa no me robe toda la atención (de hecho empiezo a pensar que los regalos tendrían que tener cierta referencia a mí para evitar que la sobreexcitación del consumismo y el materialismo eclipse mi recuerdo).



Nunca me cansaré de hacer montajes de Teresa <3




14. Me quiero casa contigo – Corazón
15. Nothing better – The Postal Service
16. Crime – Najwajean
17. Lo siento mucho – Linda Guilala
18. I fought in a war – Belle & Sebastian
19. Podría haber sido peor – Abraham Boba
20. La tristeza de ser electrón


3.La fiesta


Ya todos tienen sus regalos y de repente baja una bola de discoteca gigante del techo (habrá que ver cómo hago esto), se apagan las luces y empieza a sonar 'No es el final' de Souvenir. Me fascina mi capacidad febril para escoger de forma inconsciente tantas canciones que cumplen con un doble cometido: que la gente se sienta en modo de celebración y que la letra de las canciones trabajen en su subconsciente para que piensen en mí. Tanto la canción de Souvenir como 'Lo siento' de Linda Guilala son canciones PERFECTAS para un entierro. Dejo que las uséis en los vuestros.


21. No es el final – Souvenir
22. El muchacho de los ojos tristes – Niza
23. Verbena 2000 – Tiger and Milk
24. Dancing on my own – Robyn
25. You got the love – The source & Candi Staton
(No, la de Florence no es la versión original de la canción y, de verdad, la original es mil veces mejor)
26. La publiccità – La Prohibida (Cada vez que escucho esta canción pienso que pega una barbaridad en cualquier película de Xavier Dolan en plan “tengo que meter a mi hijo en el psiquiátrico porque no puedo más con él; pero qué lástima me da; pero no puedo más y le tengo que internar; pero eso me hace mala madre”. Y así en bucle eterno hasta que está en el lecho de muerte y se da cuenta de que ha estado tan preocupada que no ha sabido disfrutar de haberse librado del problema).
27. 1000 kilómetros (Remix) – Pastora
28. Todo lo que no – L-Kan
29. Bizarre love triangle – New Order
30. Gritando amor – McNamara



OFF.





Esta es la versión censurada y procede
de cuando me disfracé de Laura Palmer.
Con la peluca gana la cosa la verdad.




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