26 de mayo de 2016

Sello de Calidad Popfástico: Undo Records

Queridos lectores, ha llegado el momento de que os haga una nueva confesión. En un primer momento había pensado en venderlo como algo novedoso, escandaloso, incluso había pensado en editar una cortinilla tramposa pero irresistible al más puro estilo Aquí hay tomate (en aquella época las cortinillas eran mucho más bonitas y divertidas que en la era Sálvame donde todas parecen un crossover entre El exorcista y Leyendas de pasión). Y en eso andaba yo pensando hasta que me he dado cuenta por fin (en algún momento tenía que pasar, bravo por mí) de que me he pasado toda la historia de este blog haciendo pequeñas concesiones a mi vida privada, cediendo parcelas de mis más íntimos secretos casi siempre para justificar poder robarle párrafos de protagonismo al grupo estrella del post. He calculado que seguramente a estas alturas vosotros sabéis más secretos de mí que mi psicóloga (y en algún momento os tengo que hablar de todos los maravillosos momentos que me regala esta mujer que parece que haya aparecido en la Tierra anteayer, sobre todo lo empecé a sospechar cuando me preguntó qué es una sauna).

La cuestión es que han corrido muchos rumores acerca de las circunstancias que rodearon mi extraño abandono del blog durante meses. Escuché de todo esos meses, que si me había unido a una secta, que si me había hecho emo y me pasaba los fines de semana en Plaza de España bebiendo calimocho, que si me había enamorado del cantante de un famoso grupo de pop y ahora me dedicaba a acompañarle a todos los conciertos para espantar a las fans que se le acercaran con oscuras y lascivas intenciones... Se dijo de todo (yo intenté lanzar el rumor de que estaba encerrado preparando el lanzamiento de mi primer disco pero el rumor murió nada más salió de mi boca, por algún motivo nadie se lo creyó y mucho menos se le quiso dar bola).


Hay que reconocer que el tono de piel emo sí lo tengo,
¡vámonos a Plaza de España!


La cuestión es mucho más simple y resulta que pasé por una época en la que tal y como diría Bla, no podía ni hablar del sol ni me rozaba la brisa del verano. Me gustaría poder justificarlo con algún gran drama que os dejase sollozando con el corazón encogido pero tampoco es así. La cuestión es que estaba tan triste que ni siquiera tenía ganas de criticar a Guille Mostaza y eso amigos es un grado máximo de tristeza. Igual que los móviles guardan batería para que pueda sonar la alarma yo siempre tengo guardada algo de energía para poder criticarle, lo considero una especie de obra social. Pero durante esos meses fui incapaz. Y este no es el gran secreto que os prometí (pero le ha dado algo de vidilla e interés al post, lo sé). El gran secreto es que durante todo ese tiempo fui un popero horrible y prácticamente no escuché nada a La Bien Querida ni a Single ni a Corazón. Mi estado anímico me hizo abandonarme a mi tan querido synthpop pero esta vez a una vertiente mucho más melancólica (a mí me gusta decir que es una vertiente "oscurilla"). Durante una época larga prácticamente solo escuchaba grupos que encajasen con esta descripción (hasta que Cola Jet Set lanzaron “El fin del mundo” y se me fue toda la tontería y resucité mis chapitas de La Casa Azul y mis chicles Boomer y salí a la calle tarareando “shubi-shubi's ye-yé”).
Lo bueno que extraigo yo de esta época es que por algún tipo de conexión que ahora soy incapaz de recordar descubrí al grupo que más alegrías musicales me dio el otoño pasado y que además tiene el mejor nombre de la historia (después de Que Bailen Los Demás, claro): FOTONOVELA.

Gracias a Fotonovela conocí a Marsheaux, grupo con el que han colaborado tantas veces que perfectamente podrían anunciar que se separan después de una década formando parte del mismo grupo y la gente no sospecharía nada raro. Y menuda casualidad que ambos grupos pertenecen a la misma discográfica, así que ante la fascinación que sentía por ambos decidí investigar al resto de grupos que publica Undo Records y, queridos lectores, en ese momento mi vida cambió para siempre y hoy quiero que vosotros podáis vivir la misma experiencia, así que he hecho de filtro y a la vez he sintetizado su catálogo para poder ofreceros bien masticadito un buen resumen de lo que es Undo Records y así podáis comprobar vosotros mismos que les necesitáis en vuestra vida igual que necesitáis al menos un par de zapatillas Maians y una buena mascarilla de aceite de argán (si no tenéis una mascarilla de aceite de argán en vuestro tocador es que no le tenéis ninguna clase de aprecio a vuestro pelo).


UNDO RECORDS



Undo Records es una discográfica griega afincada actualmente en Londres centrada en lanzar a grupos de synthpop generalmente griegos. ¡Obviamente tiene todos los ingredientes para que desempolve el Sello de Calidad Popfástico (y mi flequillo) y se lo otorgue! En sí tiene dos características básicas que es fácil apreciar una vez uno indaga un poco en su historia y catálogo:

  1. Casi todos los grupos comienzan lanzando discos de electrónica quemazapatilla y luego ya se relajan (no sé muy bien por qué, igual a todos les da por ir a reiki un par de veces por semana), se ponen intensos y sacan temazos oscurillos, melancólicos y bailables (con esta descripción queda claro por qué les otorgo el Sello de Calidad Popfástico,¿no?)

  2. Los grupos que conforman el catálogo de Undo se caracterizan por colaborar todos con todos. Unos se remixan, otro ponen la voz, otros les componen, otros forman parte de varios grupos del sello... Cuando te escuchas unos cuantos discos te das cuenta de que mantienen una relación endogámica que se plantea un tanto enfermiza y que amenaza con derivar en el lanzamiento de discos con cola de cerdo.

Y, dicho esto, creo que ya estamos todos hartos deseando escuchar los temazos que os he prometido (si no tenéis alma y queréis ahorraros la parrafada que he preparado para vosotros podéis saltar al final de la entrada donde encontraréis una lista de reproducción maravillosa con una selección de las mejores canciones de mis grupos favoritos de Undo Records)

FOTONOVELA


Se me ha ido la mano repartiendo hoy Sellos de Calidad
(y con este en concreto me he sentido tentado de censurar
el rollo bollo que se llevan entre manos las barbies estas)


Ellos son la joya de la corona de Undo y son los que más colaboraciones acumulan en los discos de sus compañeros (y lo entiendo perfectamente, si yo fuese a sacar un disco me encantaría que en algún lugar del libretillo estuviese escrito “Patrick Dyphuso featuring FOTONOVELA”). Ellos me descubrieron el mundo Undo Records y ya tienen un hueco ganado en mi corazón para siempre.




'Love without fear' feat. Patrick Donohoe


Como os decía, tienen un primer disco bastante quemazapatilla (Mistakes are good) con temazos importantes como 'Stand up'. Su segundo disco ya es una auténtica revelación. Tone of love es de esos discos cuyas 10 canciones son tus favoritas. En cada una de ellas colabora un artista (sí, la mayoría de Undo como habréis imaginado, no sea que graben canciones con otros artistas y les salgan canciones con la sangre sucia) y no podéis moriros sin escuchar y adorar 'Romeo & Juliet' y 'Love without fear'.



'Romeo & Juliet' feat. James New



MARSHEAUX

Ellas son mis princesitas, si mi familia celebrase Navidad me las llevaba en nochebuena a mi casa para llenarles el árbol de regalos. Estas dos chicas griegas hacen de todo: te sacan un temazo rompepistas, remixan a Katy Perry o Gwen Stefani, lanzan un disco de rarezas, publican un disco cover de A broken frame de Depeche Mode (sí, en serio, versionan todo el disco y se quedan tan pichis y además les queda una joya atemporal)... Les ponía un apartamento en Torrevieja si pudiese, tan maravillosas me parecen.

Hace relativamente poco tocaron en Madrid y agotaron entradas un par de semanas antes del concierto (también es verdad que tocaban en una de las cientos de salas con aforo para 5 personas y media que hay en Madrid). Además, están a punto de sacar disco, así que os podéis subir al tren de Marsheaux a tiempo real.

Su evolución ha sido bastante similar a la de Fotonovela, solo que las cotas de intensidad que alcanzan en canciones como 'To the end', 'Eyes without a face' o 'August day' son inalcanzables (y a la vez extremadamente disfrutables para escuchar las canciones mientras miras al infinito en tu balcón con una copa de vino en la mano).





'To the end'



'August day'


NIKONN

A pesar de haber evolucionado hacia el synthpop melancólico, Nikonn partía de discos muy chill, muy rollo voy a tumbarme en la tumbona de una terraza de Ibiza mientras espero que nadie se dé cuenta de que he manchado de vino mi total white look. Vamos, que no os los recomiendo. Pero de repente va el tío (atención porque Nikos Bitzenis es también miembro fundado de Mikro, otra joyita de Undo) y te saca un discazo del tamaño de Instamatic que incluye hasta tres colaboraciones con Kid Moxie (efectivamente, más endogamia). Sé que estoy un tanto repetitivo hoy, pero de verdad que no os podéis morir sin escuchar 'Walking on the clouds' y 'Moby is around'. Todo el tiempo que se pase sin sacar un nuevo disco es tiempo perdido para mí.





'Walking on the clouds'




'Moby is around' feat Kid Moxie



MIRRORS

Su cantante es James New (¿por qué todos los nombres relacionados a Undo molan tanto?), voz de vuestro nuevo hit de cabecera 'Romeo & Juliet' de Fotonovela. Han sacado dos discos que contienen algunos himnos donde lo onírico se mezcla tan bien con la electrónica cercana a los 80 o incluso a los primeros Hurts y a The Mary Onettes que escucharles es una experiencia bastante potente, si bien quizás sus discos son más irregulares que los de sus compañeros.



'Hide and seek'



KID MOXIE

Esta chica así de primeras cuando empiezas a escucharla parece tener una voz bastante hostiable, pero esa sensación dura aproximadamente 10 segundos. Después te das cuenta de que ya no puedes pensar porque te ha absorbido completamente y tú eres parte tangible de su disco. Comenzó con un estilo más popero experimental hasta hacer de la fantasía dormida su sello con hitazos como 'Mysteries of love' o la maravillosamente remixada por Fotonovela 'Jaqueline the Ripper'.


                                                             

'Jacqueline The Ripper' (Fotonovela Remix)



Soy bastante consciente de que os he atorado con tanta información, parece ser que el don de sintetizar que había logrado dominar estas últimas semanas ha desaparecido por completo y al igual que en las peores dietas ha tenido un efecto rebote que ha desencadenado una tormenta de párrafos sin fin que he sido incapaz de controlar y mucho menos de ponerle punto final. Por eso os quiero ofrecer como recompensa la lista de reproducción definitiva, bueno, al menos la lista de reproducción que os va a descubrir un mundo maravilloso, melancólico, mágico y os va a cambiar un poquito la vida. Aquí tenéis la lista con todas la canciones de las que os he hablado, algunas extra para que descubráis en profundidad a los grupos y como extra canciones de grupos que no han tenido cabida en esta entrada pero son igual de fascinantes (bueno, igual igual tampoco, sino habrían tenido hueco, dejémoslo en que quizás me han llamado un poco menos la atención a pesar de ser muy chulis).

¡Disfrutad esta maravillosa lista hecha con todo mi amor queridos lectores!


                                                





12 de mayo de 2016

Yo quisiera

Por mucho que por el título de esta entrada se te pueda antojar querido lector como una especie de versión más directa (¿quizás más adulta y honesta?) de aquel famoso juego de beber desvergonzado y plenamente sexual que todos omitimos de nuestra biografía y vemos en jóvenes con un sentimiento de vergüenza ajena, hoy (al menos hoy) la cosa no va por ese derrotero y se torna un tanto más compleja.

La vida tan llena ella de insatisfacciones y tan ansiosa por proyectar en nosotros nuevos anhelos que empañen antiguas victorias y viejas conquistas, nos mantiene siempre alerta no sea que obviemos algo que no nos gusta o algo que queremos y no tenemos (o no podemos tener, o nunca tendremos). Porque fijar la vista en la pequeña mancha de la pared de tres metros es algo muy nuestro, igual que para alguna gente es muy suyo decir que Corazón no es uno de los grupos fundamentales del pop español (¡Tolerancia cero ante estas actitudes!).

Y aunque lo de esta gente es mucho más grave, quiero quitarme de encima todo el listado de cosas que seguramente no cambien o nunca consiga y empañan este presente que intuyo disfrutable y bien avenido. Y me gustaría invitaros a todos a uniros a mí en este ejercicio tan bonito y sano. Coged lápiz y papel y liberémonos juntos de esas manchas en la pared (he intentado exponerlo de forma que no pareciese el título de un libro de autoayuda pero ha sido imposible).



Me gustaría


Me gustaría que en mi cara creciese pelo de verdad, del que tiene consistencia y puede convertirse en una barba en vez de esta especie de vello púbico femenino. Me gustaría no echar de menos el Myolastan (la cosa está en que lo mío con el Myolastan fue un poco como lo que les sucede a los perros con la comida de humanos, que una vez la prueban ya nunca dejan de anhelarla y pedirla). Me gustaría ser más constante y encontrar mi equilibrio, no dedicarle a las cosas (y a mí) el 100% o el 0%. Quiero encontrar mi 50% de palabra, sentimiento y acción. Me gustaría saber relacionarme mejor con la gente y también no quedarme callado y estático cual estatua de sal cuando conozco a alguna persona con una personalidad apasionante. 


Me gustaría que Mr. Wonderful no existiese y vivir en un mundo en el que la gente no se abandonase al positivismo gratuito y vacuo. Y, sobre todo, me gustaría que a nadie a mi alrededor le gustase Mr. Wonderful y no tener que ocultar nunca más que me dan ganas de vomitar sus tazas y SOBRE TODO sus cuadernos (en serio, a la próxima persona que me enseñe un cuadernito de Mr. Wonderful le meto un tortazo en los morros, esos cuadernos son el mal).

¿Te gusta el nuevo diseño para tus carpetitas?, ¿TE GUSTA?


Me gustaría respetar que a mí me encanta hablar de mis sentimientos y ser completamente honesto con ellos y respetar que hay gente que no necesita exteriorizar sus emociones y mucho menos que otros (yo) lo hagan por ellos y se las planten en la cara. Me gustaría que mi vida fuese como la había imaginado hace cinco años. Me gustaría dejar de encerrarme en una burbuja de autosatisfacción y aprender a llorar más. Y a llorar mejor.

Me gustaría atreverme a teñir mi pelo de color gris ceniza. Me gustaría haber tenido otros padres, unos que no hubiesen decidido rendirse con tu tercer hijo y decidiesen enseñarme que con esfuerzo puedo conseguir cualquier cosa o que los chicos meamos de pie (igualmente seguiría meando sentado el 60% de las veces, pero me hubiese ahorrado más de un bochorno). Me gustaría empezar a hacer ejercicio y moldear un poco mi cuerpo escombro. También comer sano regularmente de una vez y aprender a hacer 100 ensaladas diferentes y deliciosas y llenas de quinoa.

          

Nunca llegaré a esto (ni quiero) pero la comparación con mi físico actual es pura comedia



Me gustaría ser más alto y, bueno, ser un poco más grande en general y dejar de pensar que con 40 años mi cuerpo será un gran cliché (y no de los buenos, si es que acaso existen clichés buenos). Me gustaría que Manuela Velasco nunca hubiese ganado un Goya y que nunca hubiese participado en Aida. Y que alguien por fin se acerque a ella y le diga lo que todos pensamos pero por lo visto aún nadie se ha atrevido a decirle de frente: "Manuela, cariño, es loable tu esfuerzo pero, verás, es que tú no sirves para esto. Eres un cenicero de mármol cuando actúas: frío, estático, pesado e innecesario. Hazte un favor y retírate, podrás dedicarte el resto de tu vida a escribir libros sobre sexo o sobre ser madre. Trabajo no te faltará, te lo prometo". Me gustaría no haber nacido en el Levante. Me encantaría no querer borrar mis huellas. 

Me gustaría que algún chico quiera estar conmigo más de 33 días. Y fin. Ahora no me siento con derecho a pedirle más. Me gustaría haber aprendido alemán cuando tuve la oportunidad. Me gustaría ser un buen partido. Me gustaría tener el don para invertir tiempo y energía en decorar mi casa y no pensar que por llenarlo todo de marcos monos con dibujos de corazones y fotos de chicos desnudos tengo mi casa (bien) decorada. Me gustaría que hicieran ropa de chico con estampado de nubes (¡nosotros también tenemos derecho a vestir con nubes y lucir palmito con ellas puestas!). Me gustaría sentirme guapo, seguro y decidido más de cuatro días al año. Me gustaría montar en algún momento de mi vida un grupo de electroclash y ganar y/o perder el Gente Joven (en serio, creo que de todas las cosas que enumero en esta entrada esta es la que quiero con más fuerza y la única que ocuparía cuatro capítulos de pura frustración en mi autobiografía en caso no hacerse realidad).







No me gustaría dejar de apostar mi corazón en cada partida. No me gustaría dejar de aprovechar cualquier oportunidad que se me presenta para cantar (Jenna Maroney es mi pastor, nada me falta). No me gustaría nada dejar de leer en algún momento de mi vida a Esther Tusquets.






















Me gustaría, no, me encantaría no dejar nunca de tararear por la calle las canciones que suenan en mis cascos.

5 de mayo de 2016

Oda de despedida a Computadora


Larga vida a Computadora

Las despedidas nunca son fáciles y a mí casi siempre me cuestan más de lo que sería anímicamente saludable, sobre todo porque yo generalmente vivo en el pasado o en el futuro, me cuesta ubicarme en el presente y sentir a tiempo real. Al menos cuando se trata de despedidas que yo no he decidido pero me tengo que comer con patatas. En esos casos procrastinar se me da de maravilla y, de hecho, aún tengo pendientes algunas despedidas a las que no me enfrentaré hasta que el tiempo haga que dejen de doler (todo muy maduro como podéis ver).

Sin embargo, después de casi un año postergándolo y dejándolo en la lista de tareas pendientes, ha llegado el momento de despedirme de Computadora. El día que anunciaron su separación supe que era uno de esos momentos vitales que en las series estadounidenses se convierten en un flashback de tonos azules gélidos que ocupa todo el episodio y en la vida real se convierten en una de esas situaciones de las que has leído, te han hablado de ella, la has visto en películas pero, claro, nunca la has vivido (bueno, la separación de La Oreja de Van Gogh es que ya me pilló demasiado mayor como para que me importase). Y ahí estaba yo frente al ordenador sin saber si tirar un plato al suelo o llorar mientras leía el mensaje de despedida que publicaron y que iba acompañado del vídeo de 'Las venas', la canción con la que se despidieron.

Bien, como os podéis imaginar por mi primer párrafo no soy muy ducho en esto de gestionar despedidas así que decidí posponer el asunto. De hecho a día de hoy todavía no he escuchado 'Las venas'. Todo este tiempo he pensado que mientras no la escuchase seguiría teniendo a mi disposición nuevo material de Computadora, que siempre me quedaría un nuevo lanzamiento, un nuevo vídeo, la ilusión de reproducir una canción nueva y descubrir a qué sabrá. Una vez la haya escuchado ya no habrá más Computadora y definitivamente ya no habrá un futuro en el que vivirles.



Y os puedo asegurar que no me despido porque quiera sino más bien porque precisamente me da miedo que el tiempo haga que deje de doler y que por enterrar la despedida Computadora deje de ocupar el lugar de honor que le concedí el día que les descubrí y les elegí para mi vida.

Recuerdo ese día con mucho cariño. El mismo día que descubrí a Computadora también descubrí a Doble Pletina y al instante de haberles escuchado por primera vez supe que había empezado un nuevo capítulo de mi historial musical. Jo, qué bonito fue cuando escuché por primera vez 'Negativo' y 'Nebulosa Horsehead'. Creo que mi cabeza casi estalla ante la fascinación por lo que estaba escuchando y el ansia por consumir todo lo que hubiese lo antes posible. Y lo digo casi casi literalmente. Al final mi respuesta fisiológica fue menos espectacular y decidí salir de casa y dar vueltas por el barrio con los brazos en alto gritando “¡COMPUTADORAAA!”. ¡Qué menos!

Desde entonces fue todo in crescendo y soy plenamente consciente de que llegó un punto ese otoño en el que solo les escuchaba a ellos y, como es lógico, solo hablaba de ellos. Siempre pensé que en algún momento iban a ocupar el lugar que merecen en el panorama musical pero como ya hemos hablado más de una vez existe algún tipo de moiras indies que escogen el destino de los grupos a su antojo. Y mira que Computadora tiene todos los ingredientes para triunfar y llenar todos los estadios nacionales: EL HIT rompepistas ('Nebulosa Horsehead'), la canción intensita con la que gritar en mitad de la pista y prefigurar futuros abandonos sentimentales ('Negativo'), los temazos que se pelean por convertirse en la mejor canción de la carrera del grupo ('Montañas', 'Luces y brillos', 'Sangre') y el cantante más guapo de cualquier banda nacional de ayer, hoy y siempre (el que esté libre de pecado y nunca haya probado a firmar como “Señora de Albert Florent” para ver cómo lucía la firma, que tire la primera piedra).

Como podéis ver es una firma ideal para firmar cheques, invitaciones a fiestas benéficas, una declaración jurada...



Pero nunca llenaron estadios. Y durante más de cuatro años no han dejado de sonar en mi casa, en mi móvil, en mi cabeza y en mi vida y ahora pienso en que siempre seguirán sonando pero que ahora ya no habrá nuevos conciertos que describir como “si no vas te arrepentirás el resto de tu vida”, ni más pogos con 'Nebulosa Horsehead' ni más inviernos en la ciudad ni más miradas con ese chico al que solo veía en la primera fila de sus conciertos hasta que se convirtió en mi casi novio y ahora ya no hay miradas ni hay chico.

Para mí Naturaleza utópica seguirá siendo el mejor disco año tras año y el universo onírico que conformaban la ansiosa caja de ritmos y la voz grave e inteligible de Albert seguirá siendo uno de mis lugares favoritos. Así que hoy decido despedirme de Computadora y aceptar que ya no están entre nosotros y de aquí a cinco minutos cuando haya terminado de escribir esta oda empezaré a escuchar 'Las venas' y dentro de diez minutos cuando ya la haya escuchado, en ese momento tantas veces atrasado el Patrick de dentro de diez minutos les dirá adiós y les situará en el lugar que deberían haber pasado a ocupar en julio del año pasado: MITOS VIVIENTES.


ODA A COMPUTADA


¡Oh Computadora, Computadora!
De entre todas las bandas tú eres la más acaparadora
porque no te conformaste con mi corazón
que también quisiste conquistar mi alma susurradora.

Y ahora decides abandonar tu territorio colonizado
llenando todo de tormento
el que trae la soledad que dejas en nosotros
pero, ¡un momento!
siempre tendremos vuestro precioso legado.

Pero ahora cada uno tiene que seguir su camino
vosotros el del paseo de la gloria
que en vuestro futuro adivino
y yo el de la añoranza que no será transitoria.



Larga vida a Computadora