30 de diciembre de 2014

Lo mejor de 2014





Soy de esas personas a las que les encanta la Navidad. Soy feliz planeando cómo decorar la casa e invierto semanas convirtiéndola mentalmente en una especie de jardín encantado en el que predomina la purpurina y una extraña sensación de felicidad absoluta me recorre el cuerpo cada vez que digo “¡Feliz Navidad!” o “¡Feliz año!”. Si fuera por mí estos días me comunicaría pronunciando únicamente esas dos frases. Pero lo mejor de la Navidad no son ninguna de esas cosas. Hay un placer supremo que está muy por encima de los polvorones o los kilos de confeti que llenarán las calles el miércoles: Leer las listas con lo mejor del año y al acabar acomodarse en el sofá y decir en voz alta “no tiene ni puta idea”. No soy nadie para privaros de ese placer, así que aquí tenéis lo mejor de 2014 para mí





1. Computadora – Naturaleza utópica


Todos sabíamos que iba a pasar esto. Quizás algunos de los discos de los siguientes puestos tienen alguna canción más popfástica, pero se han marcado el disco más redondo que he escuchado este año. Ya dije que no entendía que no llenasenestadios y que “Naturalera utópica” posee la magia de que a cada escucha tienes otra canción favorita. Todas ellas son hits en potencia.



2. Tremenda Trementina – Sangre pop

La primera vez que escuché “Sangre pop”, la canción, mis ojos se pusieron en blanco, entré en trance y tuve una especie de flashforward en el que vi un futuro mejor en el que vivíamos en un mundo maravilloso donde esta canción era el himo nacional de todos los países. Creo recordar que cuando publicaron el disco y lo escuché la sobreexcitación me hizo empezar a echar espuma por la boca. “Gorilas”, “Volver a caer” y “Sirenas” son joyas atemporales que serán recordadas eternamente como clásicos de la música pop y que seguramente tengan el récord de canciones que más veces he escuchado en bucle. Aunque, todo sea dicho, la segunda mitad del disco decae. Si hubiesen lanzado un EP con los primeros cinco cortes de “Sangre pop” sería la mejor referencia publicada en lo que llevamos de década.



3. Single – Rea

Con lo que me gusta a mí etiquetar el pop, con ellos es una misión suicida. Por eso en su momento decidí extrapolar a su música un concepto tan odioso como “cine de autor” y, sí, creo firmemente que ellos hacen pop de autor, es la única forma que se me ocurre para describirles. “Rea” es un escándalo de lo bueno que es y aún no me creo que alguien haya sido capaz de hacer una canción tan extrañamente maravillosa e increíble como “Me enamoré”. El mundo debería rendirse a sus pies sin dudarlo un segundo y poner una estatua en su honor en mitad de El Retiro. “Rea”, “La moto” o “Globo de helio” brillan por encima de las demás pero he de confesar que mantengo mi teoría de que todos sus discos tienen una, sólo una, canción infumable. Pero eso no desmerece el conjunto y toda nación que se precie debería contar con un grupo como Single.



4. Sagrado Corazón de Jesús – Opera omnia

Ya lo dije en su momento y lo reafirmo: Este hombre va a salvar el pop de formas que aún ni sabemos. Si este es un disco de maquetas no puedo ni imaginarme cómo será la referencia que publique este 2015 con Elefant Records, sobre todo después de escuchar “Danzad, danzad malditos”, la canción que ha incluído Discos de Kirlian en su recopilatorio “De un tiempo a esta parte”. Es un escándalo de canción.



5. Bigott – Pavement Tree

Quizás me esté dejando llevar por la emoción de las primeras escuchas, pero es que sigo sorprendido con el disco que se ha marcado Bigott. Son 14 canciones increíbles que funcionan igual de bien por separado y como conjunto. Creo firmemente que es su disco más perfecto y deberían crear una nueva categoría en algunos premios internacionales para premiarle porque la portada de “Pavement tree” refleja tan bien lo que nos encontramos en el disco que parece que a cada canción piensas en los miembros de la familia. Es algo casi conceptual que todos los cortes hacen que te venga a la mente ese montaje familiar y al avanzar la escucha del álbum vas ideando la historia de esa familia como si de una telenovela se tratase. Escuchadlo y lo entenderéis.



6. La Bien Querida – Premeditación

A estas altura todos sabemos que su “Premeditación, Nocturnidad y alevosía” va a estar en todas las listas del 2015. Si hubiese lanzado “Nocturnidad” este año seguramente el EP estaría más arriba aunque solo sea por “Ojalá estuvieras muerto” que definitivamente se disputa con “Mil veces” el puesto a mejor canción de labienque. Pero centrémonos en “Premeditación”. Sin saber aún cómo será el disco al completo, este EP explota todas las virtudes de su discografía y perfecciona la simbiosis entre su sonido melódico y la electrónica. Solo con “Alta tensión” ya se inicia una relación inmortal con “Premeditación”.




Para mí el resto de discos de la lista podrían ocupar el puesto 7 y según escucho uno y otro pienso que ese es el disco que tiene que estar en ese puesto. Así que me niego a clasificarlos y arrepentirme dentro de una hora cuando esté escuchando el que estuviese en el puesto 9.

Linda Guilala – Xeristar

Ocre - Torpe

Lily Allen – Sheezus

Future Islands – Singles

Templeton – Rosi

Dotore – Variaciones

Capitán Sunrise – Instrucciones para silbar bajo el agua

Los lagos de Hinault – Flores de Europa

Lavandera – Lavandera

Los Ganglios – Lubricante

Supernumerario – Supernumerario

Neleonard – Agosto

Elsa de Alfonso y Los Prestigio – Desencuentros


De todos estos, algunos discos han sido una pequeña decepción teniendo en cuenta lo que me esperaba de ese grupo pero igualmente son una preciosidad, otros son fruto del fenómeno fan en el sentido más básico de la palabra y otros solo han necesitado una canción para estar en la lista (como es el caso de Elsa de Alfonso y Los Prestigio gracias a "Gardenias"). Bueno, seguramente mi sueño de ser uno de los Prestigio ha ayudado también.

Dicho esto, quisiera aprovechar estas fechas tan señaladas y esta última entrada del año para desearos a todos....¡Feliz año! (Confirmado, esa sensación de felicidad navideña también está presente cuando escribo estas felicitaciones/cliché).


19 de diciembre de 2014

Conversación con Computadora



¿Recordáis que hace tiempo os dije que no entendía que Computadora no llene estadios? En su momento esto ya me parecía más propio de la ciencia ficción barata que de la vida real pero después de verles presentando “Naturaleza utópica” y entrevistarles la cosa es más seria. Todo lo que puedo decir es que un mundo en el que no llenen estadios es un mundo sin emociones, sin futuro. Sólo pensarlo me hace perder la fe en todo lo que me rodea y vagar desconsolado por las calles preguntándome cuál es el sentido de la vida. Porque os voy a decir algo y os puedo asegurar que hay muy pocas cosas en esta vida que tenga tan claro: Computadora ya son unas estrellas. Un concierto suyo es mejor que hacer la cucharita un domingo lluvioso de invierno y al escuchar su música segregas tantas endorfinas que tu piel rejuvenece diez años de golpe y te queda un cutis perfecto (de hecho se rumorea que Julia Roberts y Tina Fey abandonaron el botox hace tiempo y ahora son adictas al “Tratamiento Computadora”).

Después de lanzar “Conversaciones con el futuro” en 2011 y “Megalópolis” en 2012, yo en la intimidad prefiero llamarlos “Joya atemporal I” y “Joya atemporal II”, en octubre publicaron con el sello Nueva Monarquía su primer LP “Naturaleza utópica” y aviso ya que es el mejor disco del año, eso es lo único que tuve claro al empezar a confeccionar las listas con lo mejor de 2014, eso y que ya estaba tardando en otorgarles el Sello de calidad Popfástico. Esto queridos lectores es el indicador de que no podéis posponer convertirles en uno de vuestros grupos de cabecera. Puedo aseguraros que si lo aplazáis algún día os arrepentiréis de todo el tiempo que Computadora no ha formado parte de vuestra vida. “Naturaleza utópica” es la señal que estabais esperando para dar el paso.

Por suerte los medios musicales han sido bastante justos con las críticas. “En cuanto a medios fenomenal porque aún no hemos escuchado ni una sola review mala. Yo las catalogaría por norma general de buenas hacia arriba”. En cambio la valoración global que hacen sobre la acogida del disco no es tan positiva. “Creo que floja. Está funcionando bien para lo que hacemos nosotros en plan productivo. No tenemos una agencia de management y lo hacemos todo a nivel personal porque el sello se ha encargado de la producción y la edición pero no del management, que corre a cargo de lo que podemos hacer nosotros, los contactos que tenemos en medios pero poco más. Para lo que hemos hecho no está mal, pero podría estar mejor”.

Me cuesta entender que los medios no hablen de ellos todos los días. En momentos como este no puedo evitar preguntarme por qué algunas bandas sí reciben el respaldo de publico y medios y ellos no. Fer se ha incorporado a Computadora como batería hace unos meses y él tampoco lo entiende. “Yo les estoy bombardeando (al resto del grupo) todo el rato con energía positiva. A mí Albert me pasó el disco sin mezclar y me quedé paralizado porque había escuchado “Megalópolis” y escuché el disco y dije 'esto es un pepinal extremo'. Con todo el respeto a todas las bandas que hay en España, yo creo que hay grupos que si están ahí en festivales también podemos estar nosotros”. Pero para eso resulta que es imprescindible la figura del mánager. “Es la piedra filosofal. Sin eso no hacemos nada; nadie hace nada. Es cuestión de tener un mánager al que los grandes festivales o salas de conciertos llama para pedirles bandas. Y a esa gente no la pagas, esa gente se interesa por ti”.

He de hacer un pequeño inciso para hacer un llamamiento a todas las cadenas de televisión para que Fer tenga su propio reality show o magazine de invitados. La gente necesita disfrutar de su personalidad arrolladora y exijo que se hagan populares entre la población expresiones tan increíbles como 'pepinal extremo' que son perfectas para cualquier conversación: “De cero a pepinal extremo, ¿cuánto te ha gustado el nuevo single de La Bien Querida?”


Algún día será también una estrella de la televisión, mientras tanto Fer es el sustituto de la caja de ritmos. “Albert tenía que estar cantando, tocando la guitarra y pendiente de darle al play y se agobiaba mucho. Por eso a lo largo de estos años hemos probado a bastantes baterías pero nadie mejor a la hora de incorporarse a un grupo que una persona conocida que ya sabes cómo es y nosotros somos colegas de toda la vida. A nivel musical ahora con la batería hemos dado un salto bastante grande en cuanto a intensidad porque la caja de ritmos era muy lineal”.

El gran salto ha sido la grabación de “Naturaleza utópica”. Es un disco con vida propia. Una vez lo empiezas a escuchar te abandonas a él, quedas atrapado en el universo que han creado. Un universo dominado por el desaliento y quizás también por una especie de rabia revolucionaria fomentada por unos ritmos más acelerados y potentes. Es un disco que incita al sentimiento de desánimo, sí, pero desánimo con un regusto esperanzador. Mientras en los primeros EP's habían contado con Raúl querido, en esta ocasión ha grabado y mezclado el disco Luca Petricca en los Estudios Reno. “Queríamos romper con todo lo anterior, hacerlo más profesional dando el paso a la grabación en un buen estudio. Básicamente el cambio ha sido intentar exprimir otras ideas, cultivarnos con otro tipo de cosas. Al final también es así como evoluciona tu mente”. A la vista tienen grabar una nueva canción en los Estudios Soun Division. Les han elegido para formar parte del recopilatorio “Presión sonora” de Radio 3. “Es una canción más salvaje y cañera. Se titula 'Las venas', es como una relación tormentosa y tiene una letra más agresiva. Es más rápida, más garajera”.


Sí, Computadora ya son estrellas y es que no me canso de decir que ya tienen la actitud, el talento y los hits. En el concierto de presentación del disco las canciones de “Naturaleza utópica” brillaron por sí mismas sin que los grandes hits de los EP's las eclipsasen aunque hay que reconocer que cuando tocan “Negativo” llegan a un nivel en el que ya están por encima del bien y del mal. Cualquier grupo hubiese matado por componer esa canción y nadie debería morir sin haberla escuchado en directo; es tan emocionante y desgarradora que te quedas en mitad de la sala sin aliento. A estas alturas ya solo falta que vosotros les reconozcáis como estrellas de vuestro corazón. Quiero que sean los protagonistas de vuestras conversaciones, que esperéis con ansia que se publique “Las venas” y tengáis ganas de volver a vuestra adolescencia para forrar las carpetas con sus fotos y que al verles por la calle les persigáis hasta que os firmen un brazo, se hagan una foto con vosotros y llamen a vuestra mejor amiga “para que se crea que os he visto”. Pero por encima de todo esto quiero que les deis una oportunidad. Quiero que escuchéis sus discos y que la próxima vez que toquen en vuestra ciudad no penséis que por el precio de la entrada os podríais tomar unas cervezas sino que por el precio de la entrada puede que descubráis a uno de los grupos de vuestra vida.

12 de diciembre de 2014

Lo siento pero no

Soy consciente de que habitualmente me dejo llevar por la exaltación y la emoción, pero no todo puede ser confeti, purpurina y globos de colores en esta vida. Por eso, esta vez sin ditirambo, vengo a hablaros de dos cosas que últimamente me dan mucha pereza o, para ser más claros, les he cogido manía y me irritan. Esto de que de un día para otro algo pase de encantarnos a molestarnos es algo que a todos nos ha pasado en la vida y es un fenómeno sin explicación lógica, de hecho únicamente hay estudios sobre esta situación basados en relaciones sentimentales (o esa es la conclusión a la que he llegado después de cinco minutos de investigación exhaustiva en Google). En “500 días juntos” (arrodillémonos y alcemos nuestros brazos al cielo para venerar esta obra maestra) lo explicaban perfectamente: Adoras a tu pareja, te encantan esas cosas que la hacen única hasta que un día sin saber por qué empiezas a sentir indiferencia por ella y lo siguiente que sabes es que odias todas esas cosas que hasta ahora la hacían diferente, básicamente porque has empezado a odiar a tu pareja.


                                                          


Basándome en esta teoría tan poco científica, yo he pasado por este mismo proceso pero cambiando a Zooey Deschanel por Ellos. Y me preguntaréis por qué, pero el hecho de que cada vez que salen en un tema de conversación haya una voz interior que diga “Ellos...” como cuando Lily dice “You son of a bitch” está fundamentado básicamente en nada. Es un misterio de la naturaleza la pereza que me dan.

                                                        

Todo comenzó en uno de sus conciertos de la interminable Gira Indi a finales de 2013. Hasta entonces mi recuerdo de los conciertos de esa gira era el de una especie de fiesta, algo sumamente divertido con lo que disfrutabas el doble bailando y cantando “Diferentes” o “Cerca”. Ese día fue todo lo contrario y lo que se veía en el escenario era desidia. Lo divertido de sus conciertos siempre ha sido cantar y bailar sus grandes hits rodeados de decenas de personas, algo que haría en mi casa si no me molestase tener que limpiar al día siguiente. Ese día me pregunté si no hubiese sido esa una opción mejor. Ver a Guille pasarse el concierto mirando al suelo o al cuello de su camisa y que cantase casi una canción entera de espaldas al público hizo que en vez de ganas de bailar me invadiesen las ganas de cruzarme de brazos y mirar con desaprobación. Cuando he comentado esto con otras personas me dicen que precisamente ese es su personaje sobre el escenario pero yo no lo tengo tan claro, me suena que antes hasta parecía que se lo pasaban bien actuando.

Desde entonces nuestra relación ha caído en picado y ya no ha remontado. También es verdad que la portada de su último disco no ha ayudado mucho aunque este es un caso típico de “¿Qué fue antes, el huevo o la gallina?” en versión “¿Qué fue antes, la tirria o la portada fea?”. La primera vez que la vi me entraron ganas de grabarme gritando “¿PERO QUÉ ESTÁIS HACIENDO?” y hacérselo llegar. Lo peor es que por un mero casual vi además que le firmaban los discos a los patrocinadores de su crowdfunding precisamente en la portada. Me parece que es tener muy poco aprecio por el arte del disco. Es algo que a mí me molesta horrores aunque también es verdad que nunca he tenido que decirle a un artista que por favor no me firme en la portada porque ellos son los primeros que no lo hacen.


    ¡¿EN SERIO?!


Mi relación con Ellos no es la única que se resiente últimamente. Algo mucho más irracional y repentino ha sucedido con Subterfuge, que no con los grupos que edita. Pienso en Subterfuge y me viene como un olor a rancio y la idea de algo vestuto. Quizás todo empezó con esa zona de merchandising tan mediocre que pusieron en el DDM (algo que jamás les perdonaré) pero desde luego el culmen ha sido la nota que han publicado de cara a la publicación del “Stereoparty 2015”. Tras leerla lo primero que pensé fue si han explotado tanto al becario que les ha escrito un texto tan pobre y falto de cariño como venganza o si es que directamente pasan de todo porque de otra forma no se entiende el uso exacerbado de clichés, algo nada popfástico. Cosas como “flamante portada”, “sorprendente disco en castellano”, “un elenco espectacular” o “llegan dos mujeres muy interesantes” me dan urticaria y hacen que me plantee quién las ha escrito y cuál era realmente su propósito.

De todas formas, toda relación tiene temporadas y sé que en algún momento me reencontraré con ellos en un estado de profundo amor y admiración, que no estoy hablando de algo tan odioso e irresistiblemente criticable como Mr. Wonderful o Manuela Velasco.




9 de diciembre de 2014

Grupos que no entiendo por qué no llenan estadios II: Sagrado Corazón de Jesús





Que alguien me lo explique porque yo no lo entiendo. Cada vez que pienso en que la Mondo Sonoro todavía no le ha dedicado una portada con desplegable y póster a todo color pierdo un poco la fe en la humanidad y mucho en todos aquellos melómanos que se presentan como poperos en público pero aún no han colgado una pancarta en su balcón que diga “Sagrado Corazón de Jesús al (completar con tu festival favorito) 2015”. Que cuando Felipe es coronado o se acerca el orgullo bien que se cuelgan sábanas con textos reivindicativos, pero en los momentos realmente importantes desaparecemos.

Descubrí a Sagrado Corazón de Jesús al leer una reseña del álbum/compendio de maquetas que ha publicado este año con Discos de Kirlian, “Opera omnia”. Lo curioso es que unos días antes estaba debatiendo abiertamente mi frustración por llevar mucho tiempo sin que apareciese en mi vida un DESCUBRIMIENTO. Sí, en mayúsculas, porque son de esos grupos que al conocerles sientes que vas a ir a todos los conciertos, que a tus hijos les pondrás sus canciones y que quieres contárselo a todo el mundo: “Señor carnicero, ¿a cuánto tiene el kilo de solomillo?, ¿ha escuchado ya a Sagrado Corazón de Jesús?”. Algo así. El tiempo me ha hecho tragarme mis palabras y este ha sido un gran año para los DESCUBRIMIENTOS, pero en ese momento llevaba mucho tiempo sin tener ninguno. Hasta que leí esa reseña y embelesado por todo lo que se decía sobre él escuché “¡Vamos!”.


Nada más empezar a escucharla tuve una epifanía, supe que algún día le pondría sus canciones a mis hijos y me lancé corriendo a mi labor de dar a conocer lo que acababa de descubrir y vivir. Quería provocar el mismo impacto que había sentido yo y, literalmente, tardé media hora en escoger entre “¡Vamos!” y “El mejor guión” para decidir cuál quería recomendar primero. Esa media hora transcurrió tal que así: Escucho “¡Vamos!” y decido que es un temazo absoluto y que es imposible que la eclipse “El mejor guión”, la vuelvo a escuchar por si las moscas y descubro que la acaba eclipsando con su historia sobre cine de serie z y su sarcasmo, se vuelve a repetir el mismo proceso desde el principio, suena de repente “La nueva carne” y creo que realmente esa ha sido la mejor opción desde el principio y vuelta a empezar... Nunca confesaré cuál fue la elegida finalmente porque lo que realmente me importa hoy es celebrar que por fin hay una luz que anuncia el renacer del electropop tras casi una década de inexplicable agonía.
Me parece que demasiado se le ha comparado con otros artistas teniendo en cuenta que, tal y como él reconoce, de momento sólo ha publicado maquetas, pero no puedo evitar saltar de emoción al pensar que Sagrado Corazón de Jesús se hace un Chico y Chica en toda regla. ¿Acaso no echabais de menos que un grupo modifique vuestro vocabulario creando un universo lingüístico paralelo? Eso sí, con ciertas. Mientras ellos dirían “Cara de guisante tú, voz de pito tendrás tú” él es una versión más elaborada y más pop: “Si yo fuera un zombie y pudiera comer tus entrañas calientes las rechazaría”. Por favor, ¿no os entran ganas de usarlo en cualquier evento social para demostrar vuestro desdén? Está claro que esa frase puede sustituir al gesto dramático de tirarle a alguien la copa a la cara o, pensando a lo grande, convertirse en el nuevo “no eres tú, soy yo”. 

Lo que más lamento es no haber cumplido con la promesa que me hice cuando tuve la epifanía: Verle en todos los conciertos que diese. Ya comenté en su momento que Sagrado Corazón de Jesús era mi asignatura pendiente. Tocó en el Ochoymedio y yo tenía boda así que entré en pánico durante cinco minutos hasta que vi que tocaba también en la Moby Dick con los Lagos de Hinault. Una mala coordinación de horarios hizo que llegase justo cuando se despedía por lo que nada más supe que actuaba en el Zaragoza Popfest decidí que era mi oportunidad para resarcirme y esa era mi idea hasta que me vi saliendo por la puerta cuando empezaba a sonar la primera canción de su concierto. Me planteé por un segundo perder el autobús y dejarme llevar por la aventura que supondría ver cómo llegaba a Madrid, pero el sentido de la responsabilidad me hizo desecharla. Después de eso me he empezado a plantear que vivo bajo un hechizo, una condena más bien, que hace imposible que le vea en directo. Desde que sé que actuará el 21 de febrero en la fiesta Elefant de la Siroco no dejo de preguntarme qué sucederá que impida que le vea. Dejo abierta la posibilidad de crear una porra sobre este asunto casi paranormal. Prometo que quien se aventure a pronosticar el contratiempo y lo acierte recibirá un premio, seguramente sea una pieza de arte conceptual que refleje lo vacío de mi existencia sin conciertos de Sagrado Corazón de Jesús (vamos, una foto de un gatito triste).

Espero que a estas alturas tengáis todos una sábana en la mano y un bote de pintura al lado para crear vuestros mensajes reivindicativos, esos que colocaréis en vuestros balcones demostrando a vuestros vecinos que sois gente concienciada luchando por un mundo mejor. Haced saber a la gente que os encanta el rollo crooner que se gasta, que "Santa María Egipcíaca" es una bomba que podría sonar en casa de un madurito interesante o en la de un jovenzuelo y hacer explotar de éxtasis a ambos, que el hecho de que vaya a lanzar un 10" con Elefant el año que viene es una especie de regalo cósmico de navidad y que seguramente se convierta en disco de culto al instante. Decidlo con estas palabras o con otras, podéis incluir palabras mal sonantes si queréis, pero decidlo. No podemos seguir siendo una sociedad que no lleva a Sagrado Corazón de Jesús a llenar estadios.


3 de diciembre de 2014

¿Quién mató a las chapitas?




Hubo un tiempo no hace mucho en que las chapitas formaban parte de nuestra vida. Allá donde ibas siempre había alguien que las llevaba ya fuese tu peluquero, la doctora que te recetaba los lexatines o el camarero que te servía las cervezas (efectivamente, aunque la memoria es selectiva hubo un tiempo en que no bebíamos gintonic). Eran el complemento estrella, las reinas de nuestros oufits. Las llevábamos con orgullo porque si algo tienen las chapitas es que gritan al mundo entero quién eres. Cuidábamos nuestra colección y a la mínima oportunidad la ampliábamos. Fue al comprar nuestra primera chapita de La Casa Azul que empezamos a hablar del pop con propiedad, hasta entonces todo habían sido sandeces.

Y de repente seis, siete u ocho años después me doy cuenta de que todo ha cambiado. Mientras escribo estas líneas me siento como si me hubiesen criogenizado y hubiese despertado en un futuro devastador. Peor que devastador, ¡ un futuro sin chapitas! Ahora lo raro es ver gente que las use. Quizás se pueden ver en algún concierto o puestas con desidia en un bolso, pero ya no es como antes cuando teníamos nuestra chapita favorita, esa que usábamos paras las primeras citas, o la chapita de gala para los acontecimientos importantes. ¿Cómo hemos permitido que esto pasase? Quiero decir, ¿cómo es posible que hayamos permitido que se pusiesen otra vez de moda esos sujetadores holgados llamados crop top y no hemos hecho nada por resucitar las chapitas?

Jamás se nos hubiese ocurrido desechar de nuestra vida los cinturones, las bolsas de lona (eso ya hubiese sido el colmo) o las bufandas. Entonces, ¿por qué si hemos desechado las chapitas? Son de los complementos más democráticos que existen porque pueden llevarlas toda clase de gente sin importar sus gustos musicales o su vestimenta, aunque todos sabemos que quedan mejor en un cárdigan de rayas o un vestido de lunares.

En una situación normal, quienes me leéishabitualmente lo sabéis, ahora mismo propondría iniciar una verdadera revolución iniciando un movimiento social por el retorno instantáneo de las chapitas. Y ganas no me faltan. Pero por mucho que ahora me planteo crear una página de facebook llamada “Movimiento a favor del uso de chapitas” y abrir un blog de moda donde analizar cómo combina la gente sus chapitas usando las fotos que me manden los seguidores, os voy a proponer un ejercicio más sencillo y nostálgico.

Todos seguimos guardando nuestra colección aunque seguramente muchos la tengáis descuidada y esté guardada al fondo de un cajón. Id a buscarla y revisad las chapitas que tenéis. Cogedlas y recordad los conciertos a los que fuisteis con ellas, quién os regaló algunas de ellas, lo felices que os hacían y los tiempos en los que comprábamos chapitas en NaranjasChinas. Os han acompañado en grandes momentos y habéis vivido buenos con ellas, ¿verdad? Pues si después de eso no os entran ganas de salir a la calle con todas ellas puestas a la vez es que ESTÁIS LOCOS.

El fin de este ejercicio es animaros a volver a tenerlas presentes y usarlas en el día a día. Por eso hago un llamamiento para que me mandéis fotos de vuestra colección de chapitas o una imagen vuestra vistiendo vuestras mejores galas y vuestra chapita favorita. Sé que las echáis de menos igual que yo así que ayudadme con esta pequeña revolución. Lectores, volved a llevarlas con orgullo. Grupos del panorama pop, volved a hacer chapitas a modo de merchandising para que podamos comprarlas e incluirlas en nuestras colecciones.

¡Hagamos saber al mundo que no nos olvidamos de ellas y que vamos a hacer que vuelvan a ocupar el lugar privilegiado que nunca debierían haber perdido!